Actualizado 31/01/2011 23:34

Haití.- El Gobierno haitiano permitirá el regreso del ex presidente Aristide


PUERTO PRÍNCIPE, 31 Ene. (Reuters/EP) -

El Gobierno haitiano ha confirmado este lunes que autorizará la entrada en el país del ex presidente Jean Bertrand Aristide si así lo solicita, lo que abre la puerta a su regreso desde Sudáfrica, donde reside desde hace seis años.

"El Consejo de Ministros, bajo el liderazgo del presidente René Préval, decidió que se entregue un pasaporte diplomático al presidente Arístide si lo solicita", ha explicado a Reuters el secretario general de la Presidencia, Fritz Longchamp.

El ex presidente haitiano expresó hace dos semanas su deseo de regresar al país caribeño como "ciudadano privado" para ayudar en el ámbito educativo, según manifestó en una carta escrita al Gobierno de Sudáfrica.

Además, Aristide alegó también razones médicas para su regreso, ya que en los últimos años ha sido operado hasta seis veces de los ojos. "Los cirujanos son excelentes, pero el terrible dolor experimentado durante el invierno se debe evitar para reducir el riesgo de complicaciones y la ceguera", aclaró.

En consecuencia, el ex dirigente solicitó a los gobiernos de Haití y de Sudáfrica que se pongan de acuerdo para coordinar su regreso a la isla, al tiempo que agradece a las autoridades del país africano su hospitalidad.

Aristide, de 57 años, se convirtió el primer presidente elegido democráticamente en Haití, tras décadas de dictaduras. En 1991 accedió al poder, aunque inmediatamente fue derrocado por un golpe de Estado. En 1994 fue restituido en el cargo para culminar sus dos años de mandato. Logró la reelección en 2001, aunque un nuevo pronunciamiento acabó con su gestión y desde entonces ha permanecido exiliado en Sudáfrica.

La petición de regreso se produjo días después del regreso a Haití del ex dictador Jean Claude Duvalier, conocido como 'Baby Doc', quien a su vuelta ha sido acusado de corrupción, robo, apropiación indebida de fondos públicos y de crímenes de lesa humanidad. Organizaciones de Derechos Humanos denuncian que durante su mandato (1971-1986) murieron unas 150.000 personas.