Actualizado 11/10/2008 04:11

Haití.- El hambre en Haití podría provocar una nueva oleada de descontento social

NUEVA YORK, 11 Oct. (Reuters/EP) -

Una nueva oleada de descontento social podría desatarse en Haití si se ignora el hambre, la indignación y la apremiante situación de devastación que dejaron los huracanes, afirmó ayer el enviado de Naciones Unidas al país, Heidi Annabi.

En cerca de un mes, el país ha sufrido el impacto de cuatro tormentas: 'Fay', 'Gustav', 'Ike' y 'Hanna'. Los huracanes mataron al menos a 800 personas, 520 de ellas provenientes de Gonaives, la ciudad más afectada. Annabi comentó a los periodistas que la ayuda económica que necesita Haití no es posible cubrirla con los recursos del país, ni con los de Naciones Unidas y que ignorar esta situación podría encender un renovado malestar social.

Durante este año, el aumento de precios de la comida llevó a disturbios a causa de los cuales varias personas perdieron sus vidas. "Una población pobre, enojada y desesperada no es compatible con seguridad y estabilidad", argumentó Annabi, el cual agregó que confía en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas renueve el mandato de la fuerza de la ONU en Haití por otro año, cuya votación podría realizarse la próxima semana.

A pesar de que no dio cifras específicas acerca de la cantidad de ayuda, expresó que se necesitarían cientos de millones de dólares para mejorar el sistema de drenaje y de aguas residuales, por ejemplo. Las recientes inundaciones dejaron vastas cantidades de lodo, en parte porque el 98 por ciento de los bosques de Haití fueron destruidos, permitiendo que la tierra descienda de las montañas.

Annabi explicó que debe haber un plan a gran escala para reforestar, combinado con una fuente alternativa de energía, debido a que su principal recurso es la leña. Asimismo, agregó que la fuerza de la ONU esta trabajando con las autoridades haitianas para ayudar a la devastada ciudad de Gonaives, la cual recibió tres millones de metros cúbicos de lodo, que podrían transformarse en roca sólida.

"Es lo más cercano a un infierno en la tierra", afirmó. Además, expresó que la temporada de huracanes no ha terminado y que Haití podría enfrentarse a nuevas tormentas e inundaciones este año. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU indicó el mes pasado que sólo tiene recursos para ayudar a Haití durante noviembre.