PUERTO PRÍNCIPE, 10 Abr. (Reuters/EP) -
La oposición de Haití criticó hoy con dureza al Gobierno del país y pidió la dimisión del primer ministro, Jacques Eduard Alexis, a pesar del llamamiento realizado por el presidente, Rene Preval, para que se acaben los disturbios por la escasez de alimentos. El bloque opositor emitió una carta firmada por 16 de los 27 senadores del país en la que alegó que el presidente no está haciendo esfuerzos suficientes para acabar con la crisis.
Al mismo tiempo que se produjo la petición del presidente, los comerciantes haitianos acabaron con las protestas que habían protagonizado. En ellas, sucedidas en la última semana, se quejaron del precio de la vivienda y la carestía de los alimentos y los consiguientes enfrentamientos se cobraron la vida de cinco personas. Los incidentes comenzaron en el sur del país más pobre de América y llegaron a Puerto Príncipe el lunes. Las fuerzas de paz de la ONU, compuestas por unos 9.000 soldados, intervinieron utilizando gas lacrimógeno y pelotas de goma para dispersar a las multitudes, formadas por miles de haitianos hambrientos y enfurecidos por la subida del precio del arroz, las alubias y otros alimentos básicos.
En los incidentes, los manifestantes formaron barricadas con neumáticos en llamas y destrozaron vehículos. Ayer, con el llamamiento de Preval, que vino acompañado de la promesa de impulsar la producción alimentaria de Haití, se acabaron los enfrentamientos y se dispersó la multitud congregada frente al Palacio Nacional. El compromiso de Preval tiene como objetivo que el país caribeño no dependa tanto de las importaciones, aunque muchos manifestantes, que quieren que actúe con rapidez, se quejan de que no haya recortado los impuestos sobre los alimentos.
De hecho, la carta emitida por la oposición, firmada por Yuri Latortue, sobrino de un ex primer ministro, aseguró que "las propuestas del presidente no solucionan de inmediato los problemas del país". Nadie del Partido Lespwa, de Preval, firmó el documento, que también expresó que "la mayoría de la gente ya no confía en que el Gobierno suavice la situación".
La gran mayoría de los habitantes de Haití, país que lleva décadas sufriendo una dictadura opresora y poco atenta a la economía, viven con menos de 2 dólares (1,27 euros) al día. A esto se suma el alto precio de los hidrocarburos, que han encarecido el transporte.
A pesar de la aparente tregua, algunos manifestantes han advertido de que las protestas podrían reanudarse en breve si el primer ministro no dimite en las 24 horas que la oposición ha puesto como tiempo límite hasta presentar una moción de confianza.
En el Senado haitiano hay 30 escaños, aunque tres permanecen vacíos porque dos senadores fueron expulsados por incumplir los requisitos de elegibilidad y otro murió.