Actualizado 05/01/2013 10:17

Honduras/Colombia.- El Gobierno hondureño encarga a una comisión investigar la fiesta en la Embajada de Bogotá


BOGOTÁ, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Exteriores de Honduras ha anunciado la creación de una comisión de investigación para esclarecer lo ocurrido en la Embajada hondureña en Bogotá la noche del 20 al 21 de diciembre, cuando la legación se convirtió en escenario de una fiesta que terminó con un saqueo.

El Ministerio ha explicado en un comunicado que esta comisión ya se ha puesto en contacto con diferentes instancias, "tanto nacionales como internacionales", para investigar la fiesta, en la que pudieron incumplirse normas relativas al derecho internacional y la Ley del Servicio Exterior de Honduras.

Este grupo trasladará sus conclusiones al Gobierno antes del próximo lunes, día 7, y será entonces cuando las autoridades determinen posibles "acciones" contra los responsables, según una nota recogida por la emisora colombiana Caracol Radio.

El escándalo se remonta al pasado 20 de diciembre, cuando un empleado personal del embajador identificado como Jorge Mendoza invitó a amigos y prostitutas a una fiesta en la que, según el periódico hondureño 'El Heraldo', incluso pudo ponerse en riesgo la seguridad nacional.

Las fuentes consultadas por este diario han explicado que cuando los trabajadores de la Embajada llegaron a esta legación el día 22 por la mañana constataron un gran desorden y la falta de equipos informáticos y teléfonos móviles.

Se encontraron con alcohol, desperdicios derivados de la práctica de una orgía y restos fisiológicos en las oficinas del embajador, Carlos Humberto Rodríguez, y del agregado militar. En las instalaciones todavía permanecían un colombiano en estado de embriaguez y Mendoza, el supuesto organizador de esta fiesta.

Mendoza disponía al parecer de las llaves de la Embajada, según informa 'El Heraldo'. Este hombre contaba incluso con una habitación situada en la zona de lavandería, algo autorizado por el embajador pero aparentemente prohibido, ya que nadie puede dormir o vivir en la Embajada.

Un portavoz de la Policía colombiana, Milson Pardomo, ha explicado que Mendoza se identificó ante las fuerzas de seguridad como un escolta del embajador.

El empleado explicó a la Policía que la noche del 20 de diciembre decidió salir con unos amigos y regresaron a la legación borrachos en torno a las once de la noche. Posteriormente, volvieron a salir en busca de prostitutas con las que terminaron manteniendo relaciones en el complejo diplomático. La mayoría de los asistentes a esta fiesta abandonaron el edificio por la mañana, no sin antes llevarse algunos bienes.