Actualizado 23/08/2006 07:57

Honduras.- Una delegación del FMI evaluará el programa económico del presidente Zelaya


TEGUCIGALPA, 23 Ago. (EP/AP) -

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó el martes a evaluar el programa económico que ejecuta el gobierno del presidente liberal Manuel Zelaya para desarrollar a Honduras.

"El propósito del FMI es buscar mejores mecanismos a los subsidios otorgados por el estado para beneficiar a la población de bajos ingresos", dijo en rueda de prensa la ministra de Finanzas, Rebeca Santos.

La misión del FMI, que permanecerá 15 días en Tegucigalpa, pretende concluir el cuarto acuerdo firmado en seis años por el país con el fin de sanear su economía, y analizará también las decisiones financieras de Zelaya, que asumió en enero para una gestión de cuatro años.

Cifras oficiales indican que el gobierno ha autorizado alrededor de 43,5 millones de dólares en subsidiar a los pobres, que representan el 71% de los siete millones de habitantes del país.

El estado beneficia con 18,4 millones de dólares anuales desde el 2001 a 200.000 hondureños que consumen menos de 300 kilovatios mensuales de electricidad, y subsidia además con 14,7 millones de dólares a centenares de taxistas y transportistas, y desde julio invierte 27 millones en mantener los precios de los combustibles.

Del FMI depende que los organismos internacionales de crédito continúen reduciendo la deuda externa de Honduras, que en el 2005 era de 5.400 a 2.500 millones de dólares y este año quedaría en por lo menos 2.500 millones.

Eso fue posible porque Honduras alcanzó el año pasado el denominado punto de culminación de la Iniciativa de Países Altamente Endeudados (HIPC).

La HIPC es una iniciativa de 1995 del Banco Mundial orientada a ayudar a 45 países pobres con problemas severos de deuda y cuya renta per capita era menor a los 695 dólares en 1993. Entre ellos figuran 33 de Africa, cuatro de Asia y cuatro de América.

Las naciones latinoamericanas beneficiadas son Bolivia, Guyana, Nicaragua y Honduras.

La economía nacional depende de las remesas de 1.700 millones de dólares enviadas a sus familiares por unos 500.000 hondureños en Estados Unidos, y de la industria temporal de la maquila, que genera otros 1.300 millones.