Considera que sería "insólito" que el organismo regional no enviará observadores a los comicios del 29 de noviembre
TEGUCIGALPA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
La comisión de negociación del presidente 'de facto' hondureño instó este lunes al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, a cumplir "con lo ofrecido" y envíe observadores a las elecciones generales previstas para el 29 de noviembre en Honduras, a pesar de que el presidente depuesto Manuel Zelaya ha dado por fracasado el acuerdo suscrito el pasado 29 de octubre para poner fin a la crisis política en Honduras.
"Sería insólito que un organismo que vela por el respeto a los principios de la democracia, desconozca un proceso electoral organizado, dirigido y supervisado por un Tribunal Autónomo e Independiente, más aún cuando el conflicto político se ha sometido a un arreglo suscrito que sigue vigente, y se continúe castigando al noble pueblo de Honduras sólo porque una de las partes no quiera cumplir con lo que firmó", reza la carta dirigida al diplomático chileno, firmada por la portavoz de la comisión negociadora de Micheletti, Vilma Morales.
Por ello, Morales instó a Insulza a "releer" el acuerdo suscrito para que "la OEA cumpla con lo ofrecido" a la hora "de enviar observadores a las Elecciones Generales".
Insulza confesó este martes que ve "difícil" que se restablezca el diálogo en Honduras, al tiempo que descartó la posibilidad de enviar observadores del organismo a los comicios generales del próximo 29 de noviembre, tal y como se había contemplado previamente, en el marco del acuerdo.
LOS ACUERDOS, HAY QUE RESPETARLOS
El equipo negociador de Micheletti subraya en la misiva, fechada este lunes, que "los acuerdos, como los contratos, los convenios o los tratados, no se rompen porque una de las partes decida unilateralmente no acatarlos" y recordó que la propia OEA dijo que "respetaría cualquier arreglo al que llegasen las partes".
"Este acuerdo contiene las cláusulas para resolver diferencias y para evitar el incumplimiento. Lo que cabe, ahora, es someter a los suscriptores al cumplimiento del acuerdo, del cual, la OEA es una de los garantes", aseguran en la misiva.
En este sentido, recuerdan que "la Comisión de Verificación será la encargada de dar fe del estricto cumplimiento de todos los puntos de este acuerdo".
"El incumplimiento de cualquiera de los compromisos contenidos en el Acuerdo, comprobado o declarado por la Comisión de Verificación, producirá la activación de medidas que establecerá la Comisión para el transgresor o los transgresores", explican en la misiva.
El equipo negociador de Micheletti critica que el de Zelaya declarara el acuerdo "letra muerta" y se dispusiera a "retirarse unilateralmente" del mismo "mientras se arreglaba la forma de integrar el Gobierno de Unidad Nacional" por una "diferencia de interpretación" del acuerdo.
"El acuerdo no faculta a ninguna de las partes que lo suscribe, a declararlo fracasado o a evitar su cumplimiento, antes bien, cualquier diferencia o interpretación distinta que pueda surgir entre las partes, debe encontrar solución en el marco del acuerdo", insisten en la misiva.
NEGOCIACIONES ESTANCADAS
Las negociaciones en Honduras se encuentran actualmente estancadas ante la negativa del mandatario depuesto Manuel Zelaya de aceptar conformar un Gobierno de unidad con miembros de ambas partes, después de que el presidente interino, Roberto Micheletti, anunciara el pasado jueves la creación de un gabinete sin representantes del mandatario derrocado.
Poco después Micheletti asomó la posibilidad de crear un gabinete de unidad repartido en partes iguales, pero Zelaya rechazó esta propuesta alegando que se trata de otro "zarpazo a la democracia".
Zelaya insiste en que debe ser él quien encabece el Gobierno de unidad por ser el "presidente legítimo y constitucional" de Honduras, y no Micheletti quien es "un golpista" que ha "violado" los principios democráticos en ese país.
Ambas partes firmaron el pasado 29 de octubre un acuerdo de 12 puntos que contempla, entre otras cosas, la creación de un gobierno de unidad nacional así como la restitución de Zelaya en la Presidencia, previa aprobación del Congreso que deberá obtener asimismo el dictamen de la Corte Suprema de Justicia del país, tal y como avala el acuerdo suscrito entre las partes en liza.