Actualizado 02/11/2011 15:46

Honduras.- El Gobierno despliega a cientos de policías y militares en varias zonas del país para combatir la inseguridad


TEGUCIGALPA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Honduras ha desplegado a cientos de policías y militares en las áreas más conflictivas de las principales ciudades del país y otras zonas del territorio nacional para combatir la inseguridad luchando contra la violencia y el crimen.

La 'Operación Relámpago' comenzó este martes, según anunció el ministro de Defensa, Marlon Pascua, citado por el diario 'El Heraldo'. Honduras tiene la tasa de homicidios más alta del mundo, 82,1 por cada 100.000 habitantes (una media de 20 al día), según un informe de la ONU.

En Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades donde los índices de violencia y criminalidad son más altos, el Ejército patrullará las calles a pie y en vehículos, según el ministro de Defensa, Marlon Pascua.

El director de la Policía Nacional, José Ramírez del Cid, explicó que los policías y los militares participan en la operación en sectores distintos, de acuerdo con las órdenes que ha dado el presidente hondureño, Porfirio Lobo, para "llevar calma y tranquilidad a la población".

CONTRA LA IMPUNIDAD

Lobo destacó el lunes que "se inicia un proceso esperanzador para la sociedad hondureña". "Debemos actuar con prudencia y reserva, pero quiero reiterar ante el pueblo hondureño mi firme determinación de hacer un esfuerzo máximo, enmarcado en la ley, para reducir la impunidad que hoy nos hace sentirnos indignados", declaró a la radio pública.

Pascua precisó que más de 400 soldados se repartieron por el país para proteger a los ciudadanos y que en la capital se desplegaron unos 215 policías. El Ejército también ha iniciado sus acciones en el marco de la nueva operación formando retenes en la periferia de Tegucigalpa y patrullando algunos barrios.

En la 'Operación Relámpago', que se extenderá paulatinamente a otras ciudades y regiones del país, participan unos 1.000 efectivos entre soldados y la unidad élite de la Policía de Contrainsurgencia Urbana (COBRA).

En Honduras se han cometido numerosos asesinatos relacionados con las actividades de narcotraficantes mexicanos. Los sicarios matan a tiros a sus víctimas en calles, comercios o bares de las principales ciudades, y a menudo se encuentran cadáveres con heridas de bala o mutilados en vehículos y en cunetas.

Esta violencia se atribuye a actos de venganza o disputas por el control del territorio entre bandas de narcotraficantes que operan en zonas por donde se transporta cocaína desde Sudamérica hacia Estados Unidos. En las ciudades, comerciantes, taxistas o conductores de autobuses son con frecuencia asesinados a balazos por negarse a pagar el "impuesto de guerra" con el que extorsionan las pandillas o maras.