BRASILIA, 13 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió este miércoles ante el mandatario depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, a pedir a la administración de Estados Unidos que incremente la presión sobre el Gobierno 'de facto' resultante del golpe militar del pasado 28 de junio.
El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, indicó tras la reunión entre Lula y Zelaya que el dirigente brasileño se ofreció para, "en el momento adecuado", hablar con el presidente norteamericano, Barack Obama.
"Es necesario que los golpistas entiendan que no tienen futuro y quien puede decirles eso es Estados Unidos", afirmó Amorim. El canciller indicó que Obama y su Gobierno tienen "el poder efectivo y la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene el poder de derecho" para lograr la vuelta de Zelaya a Tegucigalpa.
El presidente depuesto, que acudirá hoy a Santiago de Chile, defendió desde Brasilia las acciones supuestamente violentas perpetradas por algunos de sus simpatizantes, ya que entiende que "si la violencia surge para derrumbar presidentes", la población "tiene derecho a rebelarse".
En este sentido, prometió "seguir luchando indefinidamente" para lograr regresar a Honduras y se puso a sí mismo como única autoridad legítima y eficaz para convocar nuevas elecciones. "Mi ausencia en la elección es ilegítima y causaría un caos", advirtió.