Actualizado 25/07/2009 08:03

Honduras.- Micheletti afirma que el Ejército hondureño no detuvo a Zelaya para no provocar un conflicto internacional

TEGUCIGALPA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró a última hora de ayer (madrugada de hoy en España) que el Ejército no detuvo al mandatario depuesto, Roberto Zelaya, a su entrada al país centroamericano para no provocar un conflicto con otros países.

"Hubiéramos provocado un pleito internacional", aseguró Micheletti, en declaraciones a CNN en español tras el breve regreso de Zelaya a Honduras, país del que fue expulsado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio y adonde volvió a través de la frontera con Nicaragua.

La premisa de la precaución diplomática alegada por Micheletti, no obstante, parece que no tendrá validez en los próximos días, ya que otra entrevista al estatal Canal 8 recordó que "si el señor Zelaya entra a territorio hondureño con esas condiciones que tiene, será arrestado".

De cara al futuro, el presidente 'de facto', que defiende el procesamiento de Zelaya en caso de que regrese a Honduras, se mostró optimista. Así, dijo tener "fe en Dios" de que el país resolverá la crisis política y alegó que si alguna autoridad determina que él mismo ha violado en algún momento la ley se someterá al análisis de "cualquier tribunal".

Micheletti matizó que está "tranquilo", como también lo están el Ejército y la Policía. "Estamos seguros de que hay confianza y nobleza para cumplir con las leyes de nuestro país", añadió, al tiempo que reiteró que en Honduras "no hubo un golpe de Estado" sino una sucesión legítima.

MEDIACIÓN

El Gobierno 'de facto' y Zelaya aceptaron como mediador para solucionar el conflicto al presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien sin embargo no ha logrado resultados con la denominada Declaración de San José, en la que relataba una serie de puntos a revisar por ambas partes.

Micheletti aclaró que no da la mediación por terminada y aseguró que quiere "seguir escuchando a Óscar Arias". El mandatario costarricense criticó ayer la vuelta de Zelaya a Honduras por considerar que las discrepancias se deben resolver mediante la diplomacia. Aseguró que esa forma de presión "no es el camino".