Actualizado 15/12/2009 17:21

Honduras.- Micheletti insiste en que no dimitirá antes del 27 de enero porque sería "insensato" e "inconstitucional"


TEGUCIGALPA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente 'de facto' de Honduras, Roberto Micheletti, insistió este martes en que no tiene intención de dimitir antes del 27 de enero, cuando el líder del Partido Nacional y ganador de los comicios generales de noviembre, Porfirio Lobo, deberá asumir la Presidencia del país.

"No voy a renunciar hasta que termine el período que me corresponde constitucionalmente. Aún y cuando el mundo me lo pida, aún y cuando los países que han estado intransigentemente viéndonos a nosotros con odio, sin justificación, no lo haré", aseguró Micheletti en declaraciones a la radio HRN.

El mandatario dejó claro que no dimitirá porque, a su juicio, ello sería un paso "insensato, incorrecto" e incluso hasta "inconstitucional" dado que fue "nombrado por el Congreso Nacional del 28 de junio al 27 de enero" y porque además su dimisión no era un punto contemplado en el acuerdo que el presidente derrocado Manuel Zelaya y el presidente 'de facto' firmaron a finales de octubre para poner fin a la crisis política en Honduras derivada del golpe de Estado.

El Gobierno 'de facto' rechazó este martes que Lobo instara a dimitir a Micheletti en un encuentro privado que ambos mantuvieron anoche, según explicó el portavoz del Ejecutivo interino, René Zepeda, insistiendo en que Lobo no reclamó "una respuesta en ese sentido".

En declaraciones a la televisión local, el portavoz explicó que Micheletti "fue enfático" a la hora de trasladar al líder del Partido Nacional que pondrá fin a su mandato cuando constitucionalmente "finaliza", el próximo 27 de enero, fecha en que Lobo deberá darle el relevo.

El portavoz salió así al paso de las informaciones periodísticas locales que informaron de que Lobo sí reclamó la salida del Gobierno de Micheletti por constituir una reclamación de los países que han apoyado los comicios generales del pasado 29 de noviembre en los que Lobo resultó vencedor, como paso previo a reconocer al nuevo Gobierno.

Según la prensa local, Lobo reclamó tanto a Micheletti como a Zelaya que, respectivamente, dimitiera antes del 27 de enero y renunciara a su restitución en la Presidencia, para allanar la reconciliación y el reconocimiento internacional del nuevo Gobierno.