El Congreso decide acerca de la restitución de Zelaya en medio de fuertes medidas de seguridad en la capital
TEGUCIGALPA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, regresó este miércoles a la Presidencia del país, después de que concluyera el periodo fijado por el mandatario 'de facto' para permitir a la población reflexionar acerca de su voto. Su retorno al poder coincide con la sesión especial del Congreso en la que los parlamentarios deberán decidir sobre la restitución del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, en medio de fuertes medidas de seguridad en la capital.
Micheletti regresó al poder cumpliendo con el plazo impuesto por él mismo, entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, para permitir a los hondureños reflexionar sin presión alguna acerca de su voto para las elecciones del pasado domingo.
"El pueblo hondureño le dijo al mundo entero que queremos vivir en paz y en democracia, vivir con un Gobierno democrático en donde nadie se crea superior a las leyes", dijo en un entrevista concedida a Canal 10.
La vuelta al poder de Micheletti coincide con el día fijado por el Congreso del país centroamericano para votar sobre la posible restitución de Zelaya, tal y como establece el llamado acuerdo Tegucigalpa/San José, firmado por ambas partes el pasado 30 de octubre.
Sin embargo, no parece posible que el Parlamento de Honduras vote a favor del retorno al poder de Zelaya, dado que los dos partidos mayoritarios, el Nacional de Lobo y el Liberal, al que pertenecen Zelaya y Micheletti, respaldaron el golpe de Estado y su destitución.
Por su parte, Zelaya aclaró que ya no desea ser restituido porque hacerlo ahora sería avalar el golpe de Estado, aunque el martes uno de sus principales asesores, Carlos Reina, abandonó la embajada, donde permanecía refugiado desde el pasado 21 septiembre, para reorganizar las protestas por su vuelta al poder.
SEGURIDAD EN TEGUCIGALPA
En este contexto, la capital del país y los alrededores del Congreso amanecieron resguardados por fuertes medidas de seguridad para proteger a los diputados que en torno a las 11:00 de la mañana hora local (18:00 hora peninsular española) iniciarán la sesión donde decidirán acerca de la restitución del mandatario depuesto.
El Congreso está protegido por cinco anillos de seguridad que rodean las proximidades del edificio, mientras una tanqueta del Ejército permanece apostada en la entrada para vigilar a los numerosos seguidores de Zelaya que se concentran junto al Parlamento para apoyar la restitución del mandatario derrocado. En el interior, efectivos antibomba inspeccionaron una a una las butacas de los parlamentarios.
En el resto de la ciudad, varias patrullas policiales y militares velan por la seguridad en otros edificios importantes de la capital como el estadio nacional Tiburcio Carías Andino, los puentes Estocolmo y Mallol, así como la antigua Penitenciaría Nacional.