Actualizado 29/06/2009 14:50

Honduras.- El presidente interino niega estar en el poder por un golpe de Estado y defiende la actuación del Ejército

TEGUCIGALPA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó que no ha llegado al poder como consecuencia de un golpe de Estado sino por un "acto democrático", y defendió la actuación del Ejército porque "sólo ha cumplido con la función que le ordenó la Corte Suprema de Justicia a través de sus juzgados, la Fiscalía y el mayor sentimiento del pueblo hondureño".

En el discurso que pronunció anoche tras jurar su cargo, recogido por los medios hondureños, Micheletti declaró: "No llego a esta posición bajo ignominia de un golpe de Estado, llego a la Presidencia de la República como producto de un proceso de transición absolutamente legal".

"Lo que hemos hecho aquí es un acto democrático, porque nuestro Ejercito sólo ha cumplido con la función que le ordenó la Corte Suprema de Justicia a través de sus juzgados, la Fiscalía y el mayor sentimiento del pueblo hondureño", añadió el ex presidente del Congreso Nacional.

Micheletti subrayó que la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía, el poder legislativo y las Fuerzas Armadas han asumido sus "roles institucionales" para "reivindicar y reafirmar el respeto a las leyes y a los principios de la democracia y hacer que se respete la soberanía de las naciones".

El Ejército se ha negado a cumplir las órdenes que había dado el ahora ex presidente Manuel Zelaya para poder llevar a cabo el referéndum programado para ayer y en el que quería consultar a los hondureños si deseaban que en la convocatoria electoral de las legislativas de noviembre la nueva Asamblea que votaran fuese también constituyente. Zelaya ha sido derrocado y se encuentra asilado en Costa Rica.

Micheletti garantizó en su discurso que los comicios se van a celebrar tal como estaban programados. "Vamos a fortalecer el sistema electoral y político para que las próximas elecciones del 29 de noviembre de este año sean las más transparentes y las más democráticas de la historia de Honduras", aseguró.

El jefe de Estado interino, que dijo asumir el cargo con "profunda convicción democrática", prometió "estricto respeto" a la Constitución y a las leyes. Asimismo, indicó que su "tarea inmediata" será la de "trabajar incansablemente para restablecer la paz y la tranquilidad" perdidas y lograr, a través de un "gran diálogo nacional", la "conciliación" de los hondureños, a quienes pidió que olviden sus "diferencias políticas".