Actualizado 06/10/2009 20:01

Honduras.- La UE y Brasil condenan el golpe en Honduras e instan a las partes a encontrar una solución "rápida"

Ambos piden "acelerar" el ritmo de las negociaciones para lograr un acuerdo "ambicioso" contra el cambio climático en Copenhague


ESTOCOLMO, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea y Brasil condenaron este martes "la violación del orden constitucional en Honduras" a raíz del golpe de Estado perpetrado en este país centroamericano el pasado 28 de junio e instaron "especialmente" al Gobierno 'de facto', aunque también al presidente derrocado Manuel Zelaya, a trabajar para encontrar "una solución rápida, pacífica y negociada" al conflicto que vive el país.

En la declaración final suscrita entre la UE y Brasil, al término de la cumbre bilateral de alto nivel celebrada este martes en Estocolmo, la UE y Brasil reafirmaron su "profunda preocupación por la continuación de la crisis política" en el país centroamericano, más de tres meses después del golpe.

Tanto la UE como Brasil subrayaron su apoyo a los esfuerzos de mediación en Honduras del presidente costarricense, Oscar Arias, en cooperación con la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque dejaron clara su "disposición para contribuir a los esfuerzos regionales que se están impulsando para facilitar la restauración del orden constitucional en todos los aspectos" y la vuelta a la democracia en Honduras.

Las partes subrayaron asimismo "la importancia de la democracia, el Estado de Derecho y el respeto por los Derechos Humanos y las libertades fundamentales".

Tras insistir en "la inviolabilidad de las sedes diplomáticas" garantizada por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, la UE y Brasil reclamaron al Gobierno interino de Micheletti

que "garantice la inviolabilidad de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa" y, asimismo, "respete la integridad física del presidente Zelaya, su familia y el resto de miembros de su Gobierno" que se encuentran refugiados dentro desde el pasado 21 de septiembre.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así como el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país preside este semestre la Unión Europea, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, encabezaron sendas delegaciones de Brasil y de la UE en la tercera cumbre de alto nivel que las partes han celebrado hasta la fecha.

LA TERCERA CUMBRE DE ALTO NIVEL

Además de Honduras y el estado de las relaciones bilaterales, las partes han abordado de manera especial su compromiso en la lucha contra el cambio climático, incluido la necesidad de apoyar a los países en vías de desarrollo a hacer frente al fenómeno y, sobre todo, "a acelerar el ritmo de las negociaciones para obtener un acuerdo negociado positivo y ambicioso" en materia de reducción de emisiones globales en la Conferencia de diciembre sobre Cambio Climática auspiciada por la ONU en Copenhague.

Por otra parte, la UE y Brasil celebraron la consolidación del G-20 como "el primer foro de cooperación económica internacional" y subrayaron asimismo la necesidad de impulsar la reforma del sistema financiero internacional pactada en este foro.

Aunque tanto la UE como Brasil reconocen en la declaración la importancia de "mantener las políticas financieras y macroeconómicas de estímulo por el momento" en un contexto de crisis mundial, reconocieron "la necesidad de empezar a diseñar estrategias de salida apropiadas para retirar los estímulos tan pronto como comience la recuperación y garantizar la estabilidad fiscal a medio plazo". "Tales estrategias deben tener en cuenta de forma apropiada las circunstancias específicas de cada país", advierten no obstante en la declaración final suscrita.

De manera muy especial, las partes reiteraron su "apoyo al compromiso del G-20 de abstenerse de adoptar medidas proteccionistas", identificaron como una "prioridad" la necesidad de concluir en 2010 la ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial y, asimismo, acordaron "intensificar su trabajo para reanudar las negociaciones con vistas a concluir un Acuerdo de Asociación entre la UE-Mercosur ambicioso".