Actualizado 06/11/2009 11:21

Honduras.- Zelaya admite el fracaso del acuerdo para poner fin a la crisis política

No reconocerá las elecciones del 29 de noviembre porque asegura que serán "fraudulentas"


TEGUCIGALPA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente hondureño depuesto Manuel Zelaya admitió este viernes, después de que el mandatario 'de facto', Roberto Micheletti, anunciara que va a formar un gobierno de unidad del que ha quedado excluido, que el acuerdo para poner fin a la crisis política de Honduras ha fracasado. A través de un portavoz, Zelaya dijo que no reconocerá los resultados de las elecciones del próximo 29 de noviembre.

"Fue una pantomima que actuasen como si estuviesen participando en un diálogo cuando lo que han hecho es, al igual que con el golpe de Estado, destruir la democracia de Honduras", recriminó el portavoz, Jorge Reina, quien subrayó que el hecho de que Micheletti vaya a formar parte del gobierno de unidad y reconciliación es "una bofetada a la comunidad internacional".

Reina hizo estas declaraciones a los medios de comunicación esta madrugada, después de que, a las doce de la noche del jueves, venciese el plazo para la formación de un ejecutivo de unidad basado en el acuerdo al que llegaron la semana pasada las partes para poner fin a la crisis política del país centroamericano, surgida a raíz de la expulsión de Zelaya del poder el pasado 28 de junio. La formación del nuevo gobierno se establece en el primer artículo del acuerdo.

Reina criticó que Micheletti haya decidido conformar el gobierno de unidad de forma unilateral y sin que Zelaya haya sido restituido en su cargo, otro de los puntos contenidos en el acuerdo, y consideró que esto demuestra la falta de voluntad del Ejecutivo 'de facto' para cumplir el acuerdo firmado por ambas partes la semana pasada.

"Con esto se manifiesta la falta de voluntad para cumplir la letra y el espíritu del acuerdo, ignorando la propuesta del plan (del presidente de Costa Rica y mediador en la disputa, Óscar) Arias, las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Organización de las Naciones Unidas", dijo Reina, citado por la cadena Telesur.

"Declaramos fracasado el acuerdo por el incumplimiento del régimen 'de facto' del compromiso de que en esta fecha debería estar organizado e instalado el gobierno de unidad y de reconciliación nacional, el que por ley debe ser presidido por el presidente electo por el pueblo de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales", subrayó.

Micheletti recordó ayer jueves que a principios de esta semana solicitó a miembros de la sociedad civil, partidos políticos y al propio mandatario depuesto los nombres de quienes podrían integrar el gobierno, algo que fue considerado por Zelaya como una agresión ya que éste buscaba su restitución en el poder para antes de este viernes.

ELECCIONES FRAUDULENTAS

El portavoz leyó un documento de siete puntos en el que Zelaya y sus partidarios piden que se impida que el pueblo de Honduras sea defraudado con la realización de unas elecciones que consideran fraudulentas.

"La democracia es un bien supremo de la sociedad y el único camino para enfrentar los problemas de la tercera economía más pobre de Latinoamérica, por lo que no estamos dispuestos a permitir que se nos robe, con este tipo de trampas, nuestra democracia", advierte el documento.

En opinión de Zelaya, y según explica en el cuarto punto del documento leído por su portavoz, "la violación permanente de los Derechos Humanos, la cancelación de las libertades públicas y la confiscación de medios de comunicación, igual que la situación del presidente electo por el pueblo, rodeado por sus militares en la sede diplomática de Brasil, y la persecución política, es la prueba más evidente de la preparación de un gran fraude político electoral para el 29 de noviembre". "Elecciones bajo dictadura son un fraude para el pueblo", añade el texto.

Reina pidió a la OEA que se pronuncie sobre los últimos acontecimientos que se han producido en Honduras y siga condenando al gobierno de Micheletti. El portavoz dejó claro que "el gobierno electo por el pueblo no se prestará a encubrir, con apariencias, la ilegalidad profunda que encierra el golpe de Estado y la criminal conducta que se desempeña sobre el pueblo de Honduras y que se prepara como un gran fraude electoral".

Recalcó que el ejecutivo de unidad debía estar encabezado por Zelaya y denunció que para los "golpistas" el proceso de reconciliación fue parte de una maniobra mientras que el gobierno de Zelaya se lo tomó con "produnda seriedad".

Por último, Reina adelantó que "ahora se hará un examen completo de la situación para determinar una conducta que lleve a impedir que el pueblo de Honduras sea defraudado con una elecciones fraudulentas, en las cuales creímos que podíamos convenir para que fuesen limpias".