TEGUCIGALPA, 6 Oct. (Reuters/EP) -
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, calificó este lunes de "burla" y de "trampa" el decreto instaurado por el Gobierno 'de facto' por el que quedaron en suspenso las garantías constitucionales, ya que, a su juicio, sólo pretendía servir de escudo para la cancelación de determinados medios de comunicación.
El presidente 'de facto', Roberto Micheletti, retiró ayer el decreto propuesto hace poco más de una semana, lo que aumentó las expectativas de cara a un posible diálogo entre las dos partes en conflicto en el país centroamericano.
Zelaya señaló en una entrevista a Reuters que, tras esta retirada, queda de manifiesto que "el decreto fue una trampa nada más para cancelar a los medios de comunicación opositores al régimen". "No van a abrir esos medios de comunicación", denunció, desde la Embajada brasileña en Tegucigalpa, donde permanece refugiado desde el pasado 21 de septiembre.
Asimismo, Zelaya subrayó este lunes que no tiene "confianza" ni da "credibilidad" al diálogo propuesto por el Gobierno 'de facto' que encabeza Roberto Micheletti y pidió la apertura de la legación diplomática de Brasil.
En este sentido, señaló que no otorga "ninguna confianza ni credibilidad" a las afirmaciones procedentes del Ejecutivo interino y que anticipan el arranque de conversaciones cuando llegue a Honduras la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA). El mandatario derrocado entiende que "es un juego más al que la comunidad internacional no se debe prestar". "Para que este diálogo sea efectivo (...) necesito hablar con mis opositores para encontrar el camino de la solución", subrayó.
Tampoco contempla Zelaya que la salida a la crisis provocada por el golpe militar del 28 de junio llegue con su renuncia y la de Micheletti a la Presidencia. "El que decide quién es el presidente de un país es la mayoría del pueblo, el señor Micheletti con qué propiedad habla en nombre del pueblo cuando fue una cúpula militar el que lo puso", destacó.