TEGUCIGALPA, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El expresidente hondureño Manuel Zelaya (2006-2009) pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, interceder para poner fin a la "represión" y "persecución política" de la que han sido objeto tanto él como los miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
En una carta dirigida a Ban, el expresidente denuncia que a pesar de los acuerdos de reconciliación firmados tras el golpe de Estado de 2009 persisten las violaciones a los Derechos Humanos en Honduras y los "hostigamientos" contra los opositores al Gobierno de Porfirio Lobo.
"Somos perseguidos, hostigados y la vida misma de nuestros dirigentes y miembros se encuentra constantemente en peligro fatal debido a la indefensión y las amenazas que enfrentamos", advirtió Zelaya en la misiva divulgada por el FNRP.
Zelaya regresó a Honduras el pasado mayo tras casi dos años en el exilio a consecuencia de un golpe de Estado que le depuso en junio de 2009. Lobo ha dicho en repetidas ocasiones que la integridad física del exmandatario está garantizada y ha negado que los miembros del FNRP --organización creada tras su derrocamiento-- sean blanco de persecuciones por sus ideas políticas.
Un informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación --instalada hace dos años para investigar los hechos en torno al golpe de Estado-- concluyó recientemente que la acción militar que derrocó a Zelaya violó la Constitución y denunció violaciones a los Derechos Humanos como asesinatos.
Zelaya recordó que a pesar de esa denuncia "los actores clave, materiales e intelectuales" del golpe de Estado y de esas violaciones "gozan de la más absoluta e injustificable impunidad, al tiempo que ocupan posiciones de gran importancia estratégica en el Estado".
Esas mismas personas son las responsables de que se haya intensificado "la intimidación, el acoso, y la persecución de los miembros de nuestra organización y de mi gobierno derrocado", alertó el expresidente.
Zelaya exhortó a los miembros de la ONU exigir al Gobierno de Lobo "el respeto irrestricto a los Derechos humanos, el cese a la represión y a la persecución política, así como el desmantelamiento inmediato, de los grupos paramilitares que ejecutan campesinos de la resistencia" que ya suman 42 en apenas un año.
"La comunidad internacional debe mantenerse atenta frente a los
acontecimientos en Honduras, para que el fiscal de la Corte
Internacional pueda verificar in situ estos extremos y la Relatoría de Derechos Humanos de la ONU se persone a nuestro país", insiste.