Publicado 30/10/2020 19:51

HRW pide "hacer todo lo posible" para evitar un estallido de violencia tras las presidenciales en Costa de Marfil

El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara - picture alliance / dpa - Archivo

MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha reclamado este viernes a las autoridades de Costa de Marfil "hacer todo lo posible" para evitar un nuevo estallido de violencia tras las elecciones de este sábado, marcadas por un aumento de las tensiones por la decisión del presidente, Alassane Ouattara, de buscar un tercer mandato.

"La historia reciente de Costa de Marfil subraya la necesidad de que las autoridades hagan todo lo posible para garantizar que las elecciones presidenciales no presagian un retorno a una violencia política e intercomunitaria generalizada", ha señalado la subdirectora de HRW para África, Ida Sawyer.

Así, ha defendido que "las autoridades deben garantizar que todo el mundo puede protestar pacíficamente y expresar sus preocupaciones sin interferencias" y ha recalcado que "las fuerzas de seguridad deben mostrar contención, no recurrir al uso excesivo de la fuerza y proteger a todos los manifestantes, sin importar su etnia o afiliación política".

"El Gobierno, las fuerzas de seguridad y los líderes políticos no deben usar un lenguaje que pueda incitar al odio o la violencia étnica", ha manifestado, antes de incidir en que "los responsables del uso excesivo de violencia, contratación de matones para cometer actos violentos y otros abusos de los Derechos Humanos deben ser investigados de forma imparcial para que rindan cuentas".

Las tensiones han aumentado drásticamente en el país a raíz de la decisión de Ouattara de presentarse a las elecciones tras la muerte repentina en julio del entonces primer ministro y candidato de la gubernamental Agrupación de Houphouetistas por la Democracia y la Paz (RHDP), Amadou Gon Coulibaly.

Asimismo, el Constitucional descartó posteriormente las candidaturas del expresidente Laurent Gbagbo y del ex primer ministro y antiguo presidente del Parlamento Guillaume Soro, antiguo aliado de Ouattara.

Ante esta situación, los principales candidatos opositores, el expresidente Henri Konan Bédié y el ex primer ministro Pascal Affi N'Guessan han llamado a la desobediencia civil y el "boicot activo", a pesar de los intentos de mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

En este contexto, al menos 30 personas han muerto en enfrentamientos durante los últimos días, algunos con tintes intercomunitarios, lo que ha llevado a la fiscal jefe del TPI, Fatou Bensouda, a destacar que la violencia desatada tras las elecciones de 2010, que se saldó con cerca de 3.000 muertos, "no debe repetirse".

Muchos marfileños temen que otra polémica electoral pueda conducir a una nueva oleada de violencia como la que sacudió el país entre 2010 y 2011, cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria de Ouattara, que remachó una década turbulenta en la que Costa de Marfil tiró por tierra años de avance próspero y estable.