Actualizado 11/12/2009 23:00

Iberoamérica.- Los presidentes del ALBA se reúnen el domingo en La Habana para fijar su posición sobre el clima


LA HABANA, 11 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente venezolano, Hugo Chávez, y sus socios latinoamericanos se reunirán en La Habana este fin de semana en el marco de la cumbre de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) para fijar su posición sobre la lucha contra el cambio climático.

La cumbre del ALBA revisará entre el domingo y el lunes en la isla los resultados del grupo fundado por Chávez y el ex presidente cubano Fidel Castro, siendo el clima uno de los principales temas a debatir, al igual que la pobreza.

"Tenemos muchos problemas todavía en el tema de la pobreza, en el tema energético, en el tema alimenticio, que son crisis que vienen del capitalismo", adelantó el presidente boliviano, Evo Morales, tras su reelección el pasado domingo.

La cumbre promete críticas al presidente estadounidense, Barack Obama, que irritó a Chávez y a otros líderes de América Latina al aumentar sus operaciones militares en Colombia y aceptar las elecciones tras el golpe de Estado en Honduras.

La quinta cumbre del ALBA en lo que va del 2009 fijará además la posición del grupo sobre cambio climático, otro tema en que se sienten defraudados por Obama, de cara a la Conferencia mundial de la ONU que será clausurada la próxima semana en Copenhague.

"Las naciones más ricas tratarán de lanzar sobre las más pobres el peso de la carga para salvar la especie humana", advirtió Fidel Castro en una columna publicada en Internet.

PETRÓLEO Y COOPERACIÓN

El ALBA, que arrancó en 2004 con un canje de petróleo venezolano por servicios médicos cubanos, creció a medida que más países como Bolivia, Nicaragua y Ecuador giraron a la izquierda.

Venezuela, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo y cuya economía representa un 70 por ciento del ALBA, ayudó a financiar programas de asistencia médica y alfabetización que beneficiaron a millones de pobres.

El presidente del Banco Central de Nicaragua, Antenor Rosales, señaló que el petróleo venezolano continúa fluyendo pese a la crisis financiera y la caída los precios del crudo.

Los beneficios de la alianza son también palpables en Cuba, que pese a una severa crisis de liquidez recibe 98.000 barriles diarios de crudo venezolano con financiamiento preferencial. "No sé qué pasaría si Venezuela dejara de apoyarnos. Mejor ni pensarlo", dijo José, un agricultor en las afueras de La Habana.

Este viernes, como antesala de la cumbre del ALBA, Cuba y Venezuela firmaron nuevos proyectos de cooperación por 3.185 millones de dólares (2.178 millones de euros).

El ministro cubano de Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, adelantó que en la reunión de este fin de semana el ALBA comenzaría a negociar un Tratado de Comercio de los Pueblos. También hablarán del Sucre, la futura moneda única para el comercio interior con la que, dicen, buscan liberarse del "yugo del dólar".

OXIGENO PARA EL ALBA

Michael Shifter, del Inter-American Dialogue en Washington, cree que el ALBA perdió protagonismo con la salida de Bush y el estancamiento de su Área de Libre Comercio de las Américas.

"Chávez intentará darle nuevo oxígeno a su creación, pero no será fácil, en especial considerando los problemas que enfrenta en el frente doméstico", indicó el analista.

"Al final, el ALBA consiste principalmente en ofrecer crudo en condiciones preferenciales para mantener la lealtad política de un grupo de países y aguijonear a Estados Unidos", añadió.

Otro tema que será analizado en esta cumbre es la crisis en Honduras, que hasta el derrocamiento en junio del presidente Manuel Zelaya integraba el ALBA.

Muchos gobiernos latinoamericanos criticaron a Obama por no ejercer más presión para revertir la peor crisis en décadas en América Central y reconocer al presidente electo en unos comicios organizados por el Gobierno 'de facto.

Según el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, Zelaya quiere abandonar su refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa para participar en la cumbre de La Habana. El Gobierno 'de facto' aclaró que sólo lo dejaría salir del país como asilado, algo a lo que él se niega.

Los líderes del ALBA dejaron flotar la posibilidad de que también Fidel Castro, alejado del poder desde que enfermó hace casi tres años y medio, reaparezca para la cumbre. "Nuestro gran deseo es que esté Fidel", dijo el presidente boliviano.

Pero Castro, de 83 años, se ha mantenido alejado de la vida pública desde que entregó el poder a su hermano menor Raúl y su reaparición parece tan improbable como la de Zelaya.