Actualizado 07/06/2009 21:50

Imagen de Uribe intacta, pero reelección no es segura

Por Patrick Markey

BOGOTA (Reuters/EP) - Pese a los varios frentes de problemas que enfrenta el Gobierno del presidente colombiano Alvaro Uribe, como acusaciones de espionaje ilegal, ejecuciones de civiles y una economía en recesión, su popularidad no sufre.

Pero por ahora, eso no alcanza para despejar los obstáculos políticos y legales que enfrenta una eventual reelección.

Apoyado en su lucha frontal contra los rebeldes de izquierda, Uribe logra salir poco lastimado de los escándalos que florecen en su Gobierno.

El mandatario ha evadido responder si buscará su segunda reelección inmediata en el 2010, pero sus seguidores impulsan un referendo para habilitar al aliado de Estados Unidos en América Latina a competir por su tercer periodo respaldado por su alta aprobación tras casi siete años en el poder.

Después de impulsar una ofensiva militar para derrotar a la guerrilla que obtiene millonarios ingresos de la producción y el tráfico de cocaína, el presidente cuenta aún con el respaldo de muchos colombianos. Hasta hace menos de una década, Colombia era visto como un Estado fallido.

"Lo que yo preveo es que su favorabilidad o su popularidad va a verse algo disminuida, pero no va a caer dramáticamente", dijo Jorge Londoño, gerente de la firma Invamer-Gallup.

"Pensar que el presidente Uribe va a ser impopular es muy difícil, ahí tendría que ocurrir algo muy raro", explicó.

Las encuestas muestran que su mensaje de "Seguridad Democrática" e inversión aún pesa mucho en un país en donde hace pocos años los ataques urbanos y los secuestros eran noticias diarias.

La última encuesta de Invamer-Gallup reveló que Uribe tiene una popularidad de 68 por ciento, mientras que un sondeo de la firma Napoleón Franco mostró que el 57 por ciento de los colombianos votaría por Uribe ahora mientras que por su más cercano rival lo haría sólo un 6 por ciento.

En ambas encuestas la mayoría de los colombianos se muestra a favor de la segunda reelección inmediata si el popular gobernante decide y puede postularse para un tercer mandato después de que se apruebe una reforma a la Constitución.

SERIE DE ESCANDALOS

Pero frente a esos sondeos, los problemas se acumulan.

No hay pruebas de vínculos directos Uribe con los escándalos. Pero son dudas que rondan a nivel nacional y en Washington, que entrega anualmente a Colombia cientos de millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico.

Cuatro ex directores de la Central de Inteligencia se encuentran bajo investigación después de que se descubrió que agentes realizaban ilegalmente espionaje e interceptaciones telefónicas a magistrados, periodistas y opositores.

Alrededor de 400 efectivos del Ejército enfrentan un proceso criminal, después de que fiscales los acusaron de reclutar jóvenes a los que luego presentaban como integrantes de grupos ilegales muertos en combates, en una aparente alianza con bandas criminales para para mostrar éxito en su operación.

La economía de Colombia, como muchas de la región, enfrenta las consecuencias de la crisis financiera global siguiendo el camino a la recesión.

Las encuestas muestran que el desempleo y el aumento en el costo de la vida son considerados como los principales problemas que debe atacar Uribe.

ENCRUCIJADA

Uribe admitió recientemente que se enfrenta a "una encrucijada del alma" frente a la posibilidad de la reelección, y la mayoría de analistas políticos cree que mantendrá la incertidumbre por unos meses más, quizás hasta final del año.

Algunos de sus más fervientes partidarios ya están en contra de una nueva reelección con el argumento de que pone en peligro la democracia y los sistemas de control y de contrapeso necesarios.

"Están creciendo los uribistas anti reeleccionistas", dijo Marcela Prieto del Instituto de Ciencia Política en Bogotá.

El tiempo parece estar en contra de Uribe, quien de acuerdo con expertos en leyes debería anunciar su intención de ser candidato a más tardar en noviembre.

El Congreso aprobó un referendo, pero los legisladores -incluso algunos cercanos a Uribe- están enfrentados sobre si la reelección debe permitirse en el 2010 o sólo a partir del 2014 como lo autorizó la Cámara de Representantes.

Una comisión de conciliación deberá resolver el litigio pero las conversaciones podrían extenderse varias semanas.

La Corte Constitucional podría demorar tres meses en dar su veredicto sobre el referendo y las autoridades electorales dicen que necesitan tres meses para organizar una votación.

Los uribistas quieren el referendo en noviembre, pero con retrasos, el voto podría convocarse a principios de 2010, a tan sólo meses de la elección presidencial de mayo.

"La mayor amenaza para su referendo es el tiempo", dijo Patrick Esteruelas de la consultoría de riesgos Eurasia Group.

"La ventana de oportunidad para organizar un referendo para levantar los límites de término y registrar su candidatura dentro del plazo se está reduciendo rápidamente", explicó.