Por Karina Grazina
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Dentro de tres días los argentinos deben votar para renovar la Cámara de Diputados y el Senado, pero muchos electores aún no saben si los candidatos a los que darán su apoyo van a ejercer efectivamente el cargo.
Es que muchos de los postulantes más destacados podrían no asumir sus bancas como parte de una polémica estrategia trazada por el ex presidente Néstor Kirchner, candidato a diputado oficialista por la central de provincia de Buenos Aires.
El mandatario, de gran influencia en el Gobierno de su esposa y sucesora, Cristina Fernández, decidió que figuras ligadas a su mandato (2003-2007) y a la actual administración presenten postulaciones, un sistema denominado candidaturas testimoniales que busca sumar apoyo al incluir en las listas de votación a líderes con imagen positiva.
Los votantes están aturdidos por la gran cantidad de listas que se presentan, mientras que la iniciativa del Gobierno de adelantar cuatro meses unas elecciones programadas para octubre apuró los tiempos de la campaña y de las propias agrupaciones políticas, que pulieron sus propuestas contrarreloj y eligieron a sus candidatos "a dedo", sin realizar primarias.
"Esta es una situación enormemente confusa en cualquier sistema republicano. Las estrategias utilizadas están teñidas de una incertidumbre y doble discurso, como votar por candidatos que sabemos que no van a ejercer", dijo la analista política Graciela Romer.
Para sumar confusión, en las últimas semanas apareció un supuesto candidato de apellido Narváez, que se confunde con el postulante Francisco de Narváez, principal rival de Kirchner en la provincia de Buenos Aires. La postulación del ignoto Narváez fue finalmente inhabilitada por la justicia.
Muchos responsabilizaron al oficialismo por la aparición del misterioso candidato, pero los analistas coinciden en que todas las agrupaciones están aportando su cuota al desconcierto generalizado.
"Todos han apelado de una u otra manera a situaciones o modalidades que convierten al proceso eleccionario en algo confuso. Me refiero, por ejemplo a un vicepresidente de una coalición en ejercicio pero que hace campaña por la oposición", dijo Romer.
El vicepresidente Julio Cobos, quien llegó al cargo como parte de una alianza junto con la presidenta Cristina Fernández, expresa abiertamente su apoyo a candidatos opositores debido a un enfrentamiento que mantiene con la mandataria desde hace más de un año.
ENTRE LA CARCEL Y LA TV
También sorprendió el ex policía Luis Patti, quien lanzó su candidatura desde la cárcel, donde se encuentra detenido acusado por delitos de lesa humanidad.
"Le ha tocado estar en la cárcel para lanzar su candidatura como un hecho circunstancial de su compromiso político. Acá no hay tiempo para llorar ni para deprimirse", explicó Santiago Cúneo, coordinador político del partido de Patti.
Muchos acusan al Gobierno de alentar la candidatura de Patti para debilitar a la oposición diversificándola.
"El oficialismo impulsó su candidatura para restarle dos o tres puntos (porcentuales) a De Narváez, aunque ello contradice la política de derechos humanos", dijo Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
Y en medio de tanta confusión, para ganar algunos votos más a último momento los principales candidatos en estos días bromean, bailan, cantan y hasta tocan la guitarra en el programa más popular de la televisión argentina, ShowMatch, que parodia a los principales postulantes y a la presidenta Fernández.
Se espera que el propio Kirchner concluya su campaña electoral en el programa.