Actualizado 18/07/2009 21:51

Investigadores buscan pistas de ataques en Indonesia

Por Sunanda Creagh y Olivia Rondonuwu

YAKARTA (Reuters/EP) - Investigadores estaban escudriñando el sábado dos lujosos hoteles indonesios en busca de pistas que los lleven a los atacantes suicidas que acabaron con cuatro años de estabilidad en la nación musulmana más poblada del mundo.

A pesar de que funcionarios no pudieron decir quién podría ser responsable por los ataques del viernes, las sospechas apuntan hacia Jemaah Islamiah (JI), un grupo radical militante islamista responsable por una serie de mortales acciones que aparentemente había terminado en el 2005.

"Tiene la marca de nuestros 'amigos'", dijo un retirado oficial de la policía del sudeste de Asia que ahora se centra en combatir el terrorismo en la región.

Suicidas con bomba atacaron durante el desayuno al JW Marriott y al Ritz-Carlton, dos hoteles de lujo de uso común entre los empresarios y diplomáticos y considerados los edificios más seguros de la capital, en el principal distrito de negocios de Yakarta.

La policía dijo a una conferencia de prensa el sábado que nueve personas murieron y otros 53 resultaron heridos a causa de las explosiones, corrigiendo una cifrar previa, dado que resultó difícil para los investigadores identificar a algunas de las víctimas entre los restos.

"De los muertos, creemos que tres que aún no hemos podido identificar incluyen a los atacantes suicidas", precisó anteriormente el ministro de Relaciones Exteriores Hassan Wirajuda.

Entre las víctimas había ciudadanos indonesios, estadounidenses, australianos, surcoreanos y otros provenientes de los Países Bajos, Italia, Gran Bretaña, Noruega, Japón e India.

Las explosiones son un duro golpe para la mayor economía del sudeste de Asia y el presidente Susilo Bambang Yudhoyono, quien fue reelecto a comienzos de mes con una victoria avasalladora luego de restaurar la paz y el fuerte crecimiento del país con la mayor población musulmana del mundo.

La policía dijo el viernes que los suicidas se habían registrado el miércoles en el Marriott como huéspedes y habían ensamblado las bombas en sus habitaciones. Una tercera bomba fue hallada y desactivada en la bolsa de un computador portátil en el piso 18.

La reacción internacional a los ataques fue rápida.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien pasó cuatro años viviendo en Yakarta durante su infancia, luego de que su madre se casó con un indonesio, dijo que los ataques eran "inauditos".

"Estos ataques dejan claro que los extremistas siguen comprometidos con el asesinato de hombres, mujeres y niños inocentes de cualquier credo en todos los países", dijo en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

EXTREMISMO

Jemaah Islamiah o un grupo escindido, responsabilizados de una anterior ofensiva contra el Marriott al igual que de los ataques con bombas en la isla de Bali en el 2002 que dejaron 202 personas muertas, son los principales sospechosos de estar detrás de las explosiones del viernes.

El ataque tiene las características de las acciones del grupo, que escoge objetivos occidentales de alto perfil donde hay mayores probabilidades de que las víctimas sean extranjeros.

El grupo, que quiere crear un súper estado islámico en todo el sudeste de Asia, fue responsabilizado de una serie de ataques hasta el 2005, pero muchos milicianos han sido arrestados desde entonces.

A pesar de los ataques algunos confían en una pronta recuperación del país.

"Indonesia define la capacidad de recuperación", dijo en un comentario el director de Heritage Foundation, Walter Lohman. "Superará los ataques con bomba del 17 de julio tal como superó los anteriores".