Publicado 17/03/2020 05:50

Irak.- Las fuerzas de seguridad iraquíes mataron deliberadamente a manifestantes, según AI y SITU Research

Irak.- Las fuerzas de seguridad iraquíes mataron deliberadamente a manifestantes
Irak.- Las fuerzas de seguridad iraquíes mataron deliberadamente a manifestantes - Ameer Al Mohammedaw/dpa - Archivo

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Una investigación realizada por la ONG Amnistía Internacional (AI) y SITU Research ha revelado que las fuerzas de seguridad iraquíes tenían intención de matar o mutilar gravemente a decenas de manifestantes cuando dispararon granadas de uso militar directamente contra la multitud en las calles de Bagdad el pasado octubre y posteriormente, durante las protestas antigubernamentales.

La investigación de las organizaciones, alojada en la web 'Cortina de humo: Irak emplea granadas de gas lacrimógeno de uso militar para matar a manifestantes', contiene reconstrucciones en 3D, a través de simulaciones balísticas y análisis espaciales, de episodios mortales grabados en vídeo alrededor de la plaza de Tahrir y el puente de Jimhouriya, en la capital de Irak.

Asimismo, ambas organizaciones han destacado que "se sabe" que estas "inconfundibles" granadas han herido mortalmente al menos a dos docenas de manifestantes en esa zona desde octubre de 2019.

En este contexto, el análisis realizado por AI y SITU Research está en sintonía con una investigación anterior llevada a cabo por la ONG en la que, por primera vez, se determinó que las granadas --denominadas "ahumadoras" por los manifestantes-- eran de dos tipos.

En concreto, había unas basadas en granadas militares de gran potencia explosiva diseñadas para el combate, como las granadas M99, del fabricante serbio Sloboda Cacak y otras de gas lacrimógeno M651 y las granadas de humo M713, fabricadas por la Organización de Industrias de la Defensa de Irán. Investigadores independientes sobre armamento lo confirmaron posteriormente, han puntualizado las organizaciones.

Estas granadas pesan unos 250 gramos, hasta 10 veces más que los botes de gas lacrimógeno habituales. Sin embargo, se disparan con casi la misma velocidad de salida, la velocidad a la que salen despedidas del lanzagranadas, lo que significa que la fuerza del impacto es considerablemente mayor, sobre todo si se disparan con un ángulo de elevación bajo.

Es decir, cuando se disparan directamente contra un objetivo con un ángulo bajo, estas granadas "menos letales" tienen exactamente la misma capacidad mortífera que la munición pesada expresamente diseñada para matar.

Así, han subrayado AI y SITU Research, los "pesados" proyectiles metálicos causaron muertes terribles al atravesar con esta fuerza el cráneo y el cuerpo de manifestantes. Además, a menudo, el chorro de humo continuaba saliendo por las heridas abiertas. AI ha precisado que las imágenes de las víctimas mortales eran "de las más descarnadas que había visto" su "experimentado" equipo investigador encargado de verificar los vídeos.

"Hay pruebas abrumadoras que apuntan a un uso sistemático y deliberado de estas pesadas granadas de humo y gas lacrimógeno por las fuerzas de seguridad para matar, y no dispersar, a manifestantes, lo que constituye una violación directa del Derecho Internacional de los Derechos Humanos", ha manifestado el asesor general para respuesta a las crisis de AI sobre operaciones militares y armamentísticas, Brian Castner.

"Las fuerzas de seguridad conocían la capacidad mortífera de estas armas atroces y, sin embargo, continuaron disparando a discreción, lo que causó una cadena de al menos dos decenas de muertes terribles", ha agregado Castner.

Por su parte, a juicio del socio fundador de SITU Research, Brad Samuels, "los vídeos analizados para este informe muestran claramente una constante de uso de fuerza excesiva y medios letales contra civiles iraquíes".

"Es imprescindible analizar estas armas en relación con los espacios urbanos donde son desplegadas; esta investigación visual rastrea la actividad del arma en relación con las calles, plazas y espacios de reunión donde ha habido tantas víctimas mortales", ha explicado Samuels.

LOS VÍDEOS

AI y SITU Research han examinado vídeos verificados de las escenas de las manifestaciones grabadas por testigos y con ellos han reconstruido el despliegue de estas armas por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes.

En múltiples vídeos grabados desde posiciones "estratégicas" en el puente de Jimhouriya o en sus inmediaciones pueden verse efectivos de seguridad enmascarados que, posicionados en barricadas o en un barco patrulla, disparan las granadas con ángulo bajo directamente contra un gran número de manifestantes concentrados cerca de allí. En otras imágenes se ve cómo las granadas pasan a gran velocidad junto a las cabezas de manifestantes.

Mediante el examen de vídeos de testigos y la recopilación de testimonios de manifestantes y personal médico, Amnistía Internacional ha documentado más de dos docenas de muertes causadas por estas pesadas granadas desde que comenzaron las protestas antigubernamentales en octubre.

"Dado que la investigación se basaba en verificar las imágenes de vídeo disponibles y contrastarlas con los testimonios recabados sobre el terreno, el número real podría ser muy superior", han avisado ambas organizaciones.

Tras una pausa en su uso a finales de noviembre y en diciembre, salieron a la luz imágenes que demostraban que estas granadas habían vuelto a utilizarse en enero y febrero de 2020.

USO EXCESIVO DE LA FUERZA

Desde el 1 de octubre de 2019, en todas las manifestaciones celebradas en Bagdad y en las gobernaciones del sur del país, Amnistía Internacional ha documentado el uso de fuerza excesiva y, en varios cientos de casos, letal, según la ONG, por parte de las fuerzas de seguridad para dispersar a manifestantes de otras muchas formas.

Esto incluye el uso de munición real, rifles de caza y escopetas de postas y perdigones por pistoleros enmascarados y francotiradores, el uso de porras para infligir graves palizas y muchos ejemplos más de uso inadecuado e ilegítimo de las armas, ha aseverado la organización, que ha lamentado que, "a pesar de este uso de la fuerza generalizado y arbitrario, no se ha hecho prácticamente nada para obligar a las fuerzas de seguridad iraquíes a rendir cuentas".

"Este nuevo análisis viene a reforzar nuestro convencimiento de que no cabe un uso legítimo de estas municiones en el control policial de manifestaciones", ha insistido Castner, que ha pedido a las autoridades iraquíes que suspendan "de inmediato" el uso de estas granadas.

"Las autoridades iraquíes deben suspender de inmediato el uso de estas granadas y es preciso llevar a cabo investigaciones independientes e imparciales sobre su uso y sobre el patrón general de violaciones de Derechos Humanos que han causado cientos de muertes y miles de lesiones durante las protestas", ha zanjado.