Actualizado 09/06/2009 03:47

Irak es inmune a denuncias por acciones en régimen Saddam: EEUU

Por James Vicini

WASHINGTON (Reuters/EP) - La Corte Suprema estadounidense determinó el lunes que el actual Gobierno iraquí es inmune a las demandas que buscan una compensación de más de 1.000 millones de dólares por torturas y violaciones a los derechos humanos durante el mandato de Saddam Hussein.

Los jueces revirtieron por unanimidad el veredicto de la corte federal de apelaciones y decidieron que Irak goza de inmunidad soberana respecto a tales demandas bajo los términos de una orden emitida por el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush y una ley aprobada por el Congreso en el 2003.

Las naciones generalmente son inmunes a demandas presentadas ante cortes estadounidenses, pero las leyes federales quitan esa protección a naciones que apoyan el terrorismo. Bajo el mandato de Saddam, Irak fue considerado un país que respaldaba el terrorismo.

Sin embargo el Gobierno iraquí, apoyado por los mandatos de Bush y Obama, argumentó ante la Corte Suprema que la orden de Bush y la ley del 2003 fueron promulgadas después de que Saddam fuese derrocado, lo que restaura la inmunidad iraquí.

La invasión liderada por Estados Unidos depuso a Saddam en el 2003 y el derrocado líder fue ejecutado el 30 de diciembre del 2006.

Abogados del Gobierno estadounidense expresaron que las demandas obstaculizarían los objetivos de Washington de promover un Gobierno estable en Irak.

Uno de los casos fue presentado ante la Corte Suprema por el corresponsal de CBS News Bob Simon y otros dos hombres que dijeron haber sido secuestrados y torturados durante la primera Guerra del Golfo en 1991.

En un segundo caso, los hijos de dos hombres estadounidenses secuestrados y mantenidos en Irak durante la década de 1990 demandaron al Gobierno de Bagdad.

Los hijos de Kenneth Beaty, supervisor de una plataforma petrolífera, y de William Barloon, supervisor de mantención de de un avión, pidieron compensación por la aflicción emocional sufrida como resultado del abuso de sus padres mientras permanecían bajo custodia iraquí.