MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Miles de iraquíes se han manifestado este jueves en la capital del país, Bagdad, para conmemorar el primer aniversario del inicio de las movilizaciones antigubernamentales para exigir reformas y medidas contra la corrupción, unas protestas en las que han reiterado sus demandas a las autoridades.
Los manifestantes se han concentrado en el puente de la República, uno de los principales de la ciudad, para reclamar una nueva ley electoral, mientras que una marcha ha recorrido la ciudad desde la plaza Tayaran al Monumento de la Libertad para reclamar investigaciones sobre la muerte de manifestantes en las protestas.
Los participantes en la marcha, que ha atravesado el túnel de la plaza Tahrir, epicentro de las citadas protestas del año pasado, ha reclamado igualmente reformas y rendición de cuentas por los casos de corrupción en Irak, según ha recogido la agencia iraquí de noticias NINA.
Las masivas protestas que estallaron el 1 de octubre tuvieron resonancia en decenas de ciudades del país y provocaron la dimisión en noviembre del entonces primer ministro, Adel Abdul Mahdi, lo que supuso un proceso de consultas que se alargó durante meses hasta que Mostafá al Kazemi fue confirmado en mayo como nuevo jefe de Gobierno.
"Los manifestantes reclaman que los asesinos de manifestantes sean llevados ante la Justicia y unas elecciones justas y libres bajo supervisión de Naciones Unidas", ha dicho Mohasen Mohamed, uno de los participantes en las movilizaciones de este jueves, en declaraciones concedidas a la agencia alemana de noticias DPA.
Al Kazemi ha anunciado que las próximas parlamentarias tendrán lugar el 6 de junio de 2021, mucho antes del fin del mandato del Parlamento a principios de 2022, en medio de la grave crisis económica y política que atraviesa desde hace meses.
Asimismo, ha prometido que las investigaciones sobre la muerte de manifestantes durante las protestas a nivel nacional derivará en un proceso de rendición de cuentas en el que los responsables serán condenados.
Hisham Daud, asesor del primer ministro, cifró en julio en 560 los muertos en las protestas, incluidos manifestantes y miembros de las fuerzas de seguridad, sin dar más detalles al respecto. Diversas organizaciones locales habían apuntado a una cifra aún mayor de muertos.
Las protestas de este jueves llegan además en un momento de fragilidad en Irak ante los reiterados ataques contra objetivos internacionales, que han llevado a Al Kazemi a ordenar investigaciones y garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas.
Durante el fin de semana surgieron informaciones sobre una advertencia de Estados Unidos a Bagdad sobre el posible cierre de su Embajada en Bagdad y la retirada de tropas si no se pone fin a los ataques por parte de milicias contra objetivos internacionales. Los incidentes han sido achacados principalmente a milicias apoyadas por Irán.
Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado desde que Estados Unidos se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de 2015 y repuntaron en enero después de que el Ejército estadounidense matara en un bombardeo en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani.