Actualizado 15/04/2015 09:46

La ONU aplaude las condenas contra cuatro ex empleados de Blackwater

La ONU aplaude las condenas contra cuatro ex empleados de Blackwater
WIKIPEDIA


MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre el uso de mercenarios ha aplaudido este martes la condena a largas penas de cárcel a cuatro ex empleados de la firma de seguridad privada Blackwater por su papel en la muerte de 14 iraquíes desarmados que murieron tiroteados en 2007 en Bagdad.

"Respaldamos las sentencias contra los actores militares privados en este importante juicio", ha dicho la presidenta del grupo de trabajo, Elzbieta Karska. "Las compañías militares y de seguridad privadas deben rendir cuentas por las violaciones del Derecho Humanitario", ha agregado.

Sin embargo, Karska ha apuntado que este tipo de ejemplos "son una excepción, y no una regla", resaltando que "las dificultades para juzgar este caso muestran la necesidad de un tratado internacional para hacer frente al creciente papel de las compañías militares privadas en los conflictos transnacionales".

En este sentido, ha argumentado que la adopción de un nuevo instrumento legal internacional en el marco de Naciones Unidas generaría un marco para vigilar los abusos y violaciones de los Derechos Humanos cometidos por estos contratistas y para compensar a las víctimas de los mismos.

La jueza Royce Lamberth sentenció el lunes al francotirador Nicholas Slatten a cadena perpetua por su condena por asesinato en primer grado, mientras que Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard han sido sentenciados por homicidio y once tentativas de homicidio.

El veredicto ha llegado más de siete años después de un suceso que disparó el sentimiento anti estadounidense en Irak y que puso en cuestión la amplia red de empresas privadas que suministraban servicios de seguridad a representantes extranjeros. Cuando se produjo el tiroteo, los guardias de Blackwater trataban de despejar el paso a un convoy del Departamento de Estado.

Una investigación del FBI determinó que las catorce muertes estaban injustificadas según las normas de comportamiento de las contratas privadas de seguridad en Irak, al tiempo que afirmó que Slatten había efectuado los primeros disparos.

Blackwater aseguró que uno de sus convoyes había sido atacado y sus abogados defendieron que las declaraciones de los testigos habían sido inventadas después de que todos ellos subrayaran que los contratistas abrieron fuego sin que mediara provocación.

"Fue horroroso. La gente que huía de sus vehículos fue tiroteada. Cualquier cosa que se moviera en la plaza Nusur fue tiroteada. Mujeres, niños, jóvenes, dispararon contra todos", relató Hasán Jaber, quien recibió tres disparos cuando se dirigía al trabajo.