La ONG cierra sus oficinas y traslada a parte de su personal, después de que algunos hayan sido testigo del ataque iraní
MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ONG Oxfam ha denunciado este miércoles que su trabajo en Irak se está viendo restringido como resultado de la escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán a raíz de la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo estadounidense en Bagdad y el doble ataque contra bases militares con presencia norteamericana de Teherán en represalia.
"Hemos tenido que suspender el trabajo en tres lugares donde entregamos asistencia monetaria a personas en necesidad", ha explicado el director de Oxfam en Irak, Andrés González Rodríguez. "Si tenemos que continuar la suspensión por unas semanas más, 100.000 de las personas más vulnerables se verán afectadas", ha advertido en un comunicado.
La ONG ha resaltado que es "una de las pocas agencias internacionales que trabajan en áreas de difícil acceso" en el país y que, "en la medida de lo posible", desea mantener su trabajo humanitario con sus socios en Irak.
Sin embargo, ha precisado, ha tenido que reubicar a algunos miembros del personal y mantiene a todos sus trabajadores y socios "bajo estrecha supervisión debido al incremento de los problemas de seguridad".
Oxfam lleva a cabo 26 programas humanitarios y de desarrollo en cinco gobernaciones en Irak, especialmente en agua y saneamiento, alimentos de emergencia, efectivo y programas de género y protección, de los que se benefician más de un millón de personas. Además, ha cerrado sus oficinas, incluida la de Erbil, en el Kurdistán, y ha pedido al personal que trabaje desde sus hogares y que evite desplazamientos.
Según González, la oficina de la ONG en Erbil se encuentra a "sólo tres kilómetros de donde el misil impactó". "El personal sintió sobrevolar sobre sus cabezas los cohetes y algunos vieron el impacto. El personal de nuestra oficina de Ramadi vio pasar el misil sobre esa ciudad antes de que cayera en la base militar de Ain al Asad", ha precisado.
Así las cosas, el responsable de Oxfam ha sostenido que "todas las partes en este conflicto están obligadas a trabajar para desescalar esta crisis y trabajar por la paz para evitar que haya más sufrimiento humanitario en Oriente Próximo".
González ha prevenido que "las personas que ya han sufrido décadas de guerra y privaciones serán las más afectadas por los conflictos y no podrán soportar otro golpe". En este sentido, ha advertido de que un nuevo conflicto tendría un "impacto catastrófico" en decenas de millones de personas en la región y llevaría "al borde del colapso a un sistema humanitario ya sobrecargado".