Actualizado 04/07/2009 23:45

Irak rechaza oferta de ayuda EEUU para reconciliación

Por Andrew Quinn

BAGDAD (Reuters/EP) - Irak descartó el sábado cualquier intervención extranjera en sus esfuerzos para reconciliar a las facciones rivales, poco después de que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, instara a los iraquíes a hacer más para enterrar agravios y evitar nuevos conflictos.

Biden, en una visita de tres días, ofreció ayuda estadounidense en lo que llamó un largo camino por delante para unir a un país profundamente dividido por años de guerra sectaria y desgarrado por la violencia.

Pero Irak ha estado reafirmando vigorosamente una creciente soberanía en la semana que las tropas de combate de Estados Unidos se retiraron de los centros urbanos, un hito festejado con flores y bailes.

"Dejamos claro que la reconciliación nacional es un asunto iraquí y la intervención de una parte no iraquí no lo hará más exitoso", dijo el portavoz gubernamental Ali al-Dabbagh.

"Hay sensibilidad en el asunto de la reconciliación nacional con respecto a la inclusión de actores no iraquíes", dijo a periodistas en una reunión en la fuertemente fortificada Zona Verde de Bagdad.

Aunque 130.000 tropas estadounidenses siguen en Irak y las fuerzas locales aún dependen de los soldados estadounidenses en materia de apoyo aéreo y otros soportes, el Gobierno del primer ministro, Nuri al-Maliki, se ha estado distanciando de la actual presencia estadounidense en el país.

Si bien muchos iraquíes reconocen a las tropas estadounidenses por ayudar a restaurar el orden en el peor momento de la lucha sectaria, la mayoría quiere que finalice la ocupación extranjera de su país.

Destacar el nacionalismo sirvió bien a Maliki en una votación provincial este año, cuando su llamado por un Estado fuerte y centralizado ayudó a sus aliados a ganar en todo el sur chiíta.

Ahora parece estar perfeccionando una estrategia de campaña similar antes de una elección nacional en enero.

La violencia ha caído bruscamente, pero los insurgentes regularmente organizan dramáticos ataques que crispan los ya tensos lazos entre la mayoría de árabes chiítas, la minoría sunita y los kurdos.