MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha revelado este miércoles nuevos detalles de las 304 muertes que se produjeron durante las protestas antigubernamentales en Irán el pasado mes de noviembre y apunta nuevamente al "despiadado" e "ilegal" uso de la fuerza por parte de las autoridades.
Amnistía ha informado, por ejemplo, de que unas 220 muertes se produjeron en tan solo dos días, el 16 y el 17 de noviembre, y que, en la gran mayoría de las concentraciones y manifestaciones, sus asistentes no portaban armas, o suponían una amenaza, lo que no justifica, ha dicho, "el uso de la fuerza letal", que quedó registrado en imágenes.
AI sí reconoce una excepción ocurrida el 18 de noviembre en la ciudad de Mahshahr, provincia de Juzestán, en la que hubo un intercambio con armas de fuego entre manifestantes y agentes de las fuerzas del orden, muriendo uno de ellos.
Sin embargo, la ONG denuncia que el Gobierno de Teherán ha estado mintiendo a la población, emitiendo y publicando informes e imágenes falsas con las que acusar a los "alborotadores" o a los "agentes sospechosos" de ser los responsables de estas muertes.
"El hecho de que tantas personas fueron tiroteadas sin representar ninguna amenaza demuestra la crueldad de la ola de asesinatos ilegales de las fuerzas de seguridad", ha expuesto el director de Investigación y Defensa de AI para Oriente Medio y África del Norte, Philip Luther.
"Seis meses después, las familias devastadas de las víctimas continúan su lucha por la verdad y la justicia mientras se enfrentan a un intenso hostigamiento e intimidación por parte de las autoridades", ha denunciado.
Luther ha lamentado que la "impunidad" otorgada a las fuerzas de seguridad ha permitido la asiduidad en el uso de "la fuerza letal para aplastar a la disidencia", es por ello, y ante la falta de "responsabilidad a nivel nacional", que la ONG ha vuelto a solicitar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU "que ordene una investigación sobre los asesinatos e identifique caminos para la verdad, la justicia y las reparaciones".
La ONG ha señalado que las fuerzas del orden de la república islámica mataron a estas 304 personas en 37 ciudades distintas de todo el país, siendo los suburbios más pobres de Teherán, las zonas donde se produjo más represión, como muestra, ha dicho, los 163 asesinados que han sido registrados.
Las provincias de Juzestán, en el oeste, y Kermanshah, en el noroeste del país, mayoritariamente pobladas por minorías, también se vieron gravemente afectadas por la represión ejercida por las fuerzas de seguridad, que van desde la Policía a la Guardia Revolucionaria y sus milicias paramilitares Basij.
Entre las víctimas, hay diez mujeres, 236 hombres y al menos 23 niños. Amnistía ha señalado que desconoce el sexo de las 35 víctimas restantes y la identidad y el nombre de otras 65.
No obstante, la ONG considera probable que el número de víctimas sea mayor, pues existen "decenas de casos adicionales reportados por activistas", aunque sin los "suficientes detalles" para ser registradas en esta investigación.
"La negativa del estado a revelar la verdad sobre el número de muertos, realizar investigaciones criminales y responsabilizar a los responsables de ordenar y llevar a cabo estos asesinatos sólo aumenta el dolor", ha zanjado Luther.
ACUSACIONES A OTROS PAÍSES
Por su parte, Teherán siempre ha acusado a potencias internacionales, entre ellas Estados Unidos, de estar detrás de las protestas, que dio por concluidas tras la detención de más de un millar de personas, incluidos cerca de cien que ha descrito como "líderes" de las mismas.
La frustración ha ido en aumento en Irán por la continua devaluación de la moneda y la subida de los precios de productos básicos como el pan, el arroz y otros alimentos desde que Estados Unidos decidió reactivar las sanciones contra Teherán tras abandonar el pacto nuclear en 2018.