MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Irán han cifrado este lunes en 230 los muertos en las protestas registradas en noviembre de 2019 por el alza de los precios del combustible, en el primer balance oficial facilitado desde entonces en torno a los disturbios.
El presidente del comité parlamentario sobre Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores, Mojtaba Zulnur, ha señalado que entre los 230 fallecidos hay seis miembros de las fuerzas de seguridad y ha agregado que cerca de 500 edificios públicos y privados sufrieron daños durante los incidentes.
Así, ha tildado de "falsas" las informaciones sobre la muerte de cerca de mil personas en las protestas, un balance facilitado por Estados Unidos, si bien ha reconocido que el balance oficial es "duro e insoportable", según ha informado la agencia iraní de noticias IRNA.
Zulnur ha señalado además que los sucesos se saldaron con cerca de 2.000 heridos y ha agregado que "el martirio de manifestantes y agentes no es satisfactorio para nadie y se hicieron todos los esfuerzos para reducir las víctimas".
Por otra parte, ha manifestado que el siete por ciento de los fallecidos "murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad" y estaban armados con "armas semiautomáticas y ametralladoras".
El presidente del comité parlamentario ha añadido que el 16 por ciento murieron durante ataques contra comisarías y bases militares y el 31 por ciento en centros comerciales, bancos y gasolineras, mientras que un 26 por ciento "no eran parte de los responsables de disturbios y murieron por causas desconocidas".
La organización no gubernamental Amnistía Internacional indicó el 20 de mayo que el "despiadado" e "ilegal" uso de la fuerza por parte de las autoridades durante las protestas había provocado la muerte de 304 personas.
La frustración ha ido en aumento en Irán por la continua devaluación de la moneda y la subida de los precios de productos básicos como el pan, el arroz y otros alimentos desde que Estados Unidos decidió reactivar las sanciones contra Teherán tras abandonar el pacto nuclear en 2018.
Las protestas de noviembre estallaron después de que el Ejecutivo anunciara la introducción de medidas para racionar la gasolina y aumentos en los precios del combustible, en medio de las dificultades que atraviesa el país a causa de las sanciones.
A pesar de sus grandes reservas energéticas, Irán hace frente a problemas para satisfacer la demanda interna de combustible debido a las sanciones y la escasa capacidad de refinamiento.