Actualizado 15/06/2009 22:52

Un iraní muere por disparos manifestación pro Mousavi

Por Parisa Hafezi y Fredrik Dahl

TEHERAN (Reuters/EP) - Hombres de la milicia islamista Basij dejaron el lunes al menos un muerto y varios heridos al disparar contra manifestantes que atacaron su edificio mientras protestaban por el resultado de las elecciones en Irán, que dicen fueron robadas por el presidente Mahmoud Ahmadinejad.

Un fotógrafo iraní, entre otros testigos, contaron sobre el tiroteo, que ocurrió durante una manifestación de decenas de miles de personas en apoyo al candidato opositor Mirhossein Mousavi, quien denunció irregularidades en el resultado de los comicios.

Disparos fueron escuchados en tres distritos del norte de Teherán, dijeron residentes.

Miembros de las fuerzas de seguridad iraníes hasta ahora habían disparado sólo al aire durante los dos días de los disturbios más violentos en la capital desde la Revolución Islámica de 1979, y han usado bastones para reprimir a los manifestantes que han respondido a los policías lanzándole piedras.

Los manifestantes se habían congregado en una plaza céntrica de la capital luego de una marcha de protesta por lo que califican como una elección fraudulenta.

Entre los testigos, un fotógrafo iraní dijo que la gente había atacado un edificio de la milicia religiosa de línea dura Basij, cuyos miembros luego abrieron fuego contra los manifestantes.

Un periodista de la televisión en lengua inglesa Press TV dijo: "Ha habido disparos esporádicos allí afuera (...) Puedo ver a la gente corriendo".

La manifestación, que se celebró a pesar de una prohibición del Ministerio del Interior, fue en respuesta a un mitin el domingo organizado por el Gobierno para celebrar la victoria del presidente Ahmadinejad, que también convocó a multitudes.

Antes de que estallara el tiroteo, la marcha llegó a la plaza de la Revolución gritando "Allahu akbar" (Alá es grande), donde Mousavi habló a una pequeña parte de la convocatoria y levantó su puño cerrado en señal de victoria.

Los manifestantes, que llenaron varios kilómetros en las calles del centro de la ciudad, usaron el color verde de la campaña de Mousavi y fotografías suyas, mientras intentaban sacar fotos con sus teléfonos celulares, pese a que no podían escuchar sus palabras.

Los manifestantes corearon: "Mousavi recupera nuestros votos", mientras lo esperaban a él y a otros líderes prorreformistas que respaldan su petición de que se anule el resultado oficial de las elecciones.

La disputada elección ha decepcionado a Occidente, que intenta inducir al quinto exportador mundial de crudo a que frene su programa nuclear.

EEUU PREOCUPADO

Dirigentes estadounidenses han reaccionado con cautela, con la esperanza de mantener viva la estrategia del presidente Barack Obama de reanudar los contactos con Irán.

El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo a periodistas: "Obviamente, seguimos preocupados por lo que estamos viendo".

La Unión Europea (UE) está presionando a Irán para que no use la violencia contra los manifestantes que dudan del resultado electoral y ha instado a las autoridades a investigar las informaciones de irregularidades.

Francia, Alemania y Gran Bretaña lideraron la campaña del bloque para convencer a Irán para que esclarezca los resultados electorales.

En París, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Eric Chevallier dijo que el embajador iraní había sido llamado a consulta para que informara las inquietudes francesas con respecto a "la brutal represión de protestas pacíficas y los repetidos ataques contra la libertad de prensa y de expresión".

Gran Bretaña dijo que estaba preocupada de que los eventos en Irán pudieran afectar un futuro acuerdo internacional con su Gobierno.

En Washington, encuestadores dijeron que un sondeo conducido tres semanas antes de la votación mostró que Ahmadinejad llevaba una ventaja proporcional de 2 a 1, mayor a la declarada en los resultados oficiales.

El sondeo demostró que su triunfo podría reflejar la voluntad del pueblo y no un fraude generalizado, dijeron los encuestadores Ken Ballen y Patrick Doherty en una columna publicada por el Washington Post.

Sin embargo, el sondeo fue realizado en el momento en que el Consejo de Guardianes, el principal cuerpo legislativo de la república islámica, aprobó las cuatro candidaturas para la elección.

Mousavi, que fue primer ministro en los '80, había recién regresado a la escena política después de estar ausente durante 20 años.

Ahmadinejad, en cambio, había comenzado a recorrer el país desde hacía meses, prometiendo apoyo económico a los distritos más pobres, donde según analistas se base gran parte de su poder.

La campaña de Mousavi cobró un visible impulso en las últimas dos semanas, sobre todo entre jóvenes de clase media y alta de Teherán.

Mousavi apeló al Consejo de Guardianes a anular el resultado de la elección del viernes -en la que Ahmadinejad consiguió el 63 por ciento de los votos- debido a lo que califica como irregularidades.

El Consejo, formado por 12 hombres, ha dicho que emitirá su dictamen en 10 días.

Tanto Ahmadinejad como el Ministerio del Interior han rechazado que se amañara el resultado y el presidente ha calificado las elecciones de "libres y sanas".

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, que previamente había instado a los iraníes a apoyar a Ahmadinejad, ha pedido a Mousavi que lleve adelante las quejas por el resultado electoral "calmadamente y legalmente", reportó la televisión estatal.