Actualizado 16/06/2009 04:12

Italia acuerda recibir a tres reclusos de Guantánamo: Obama

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alcanzó un acuerdo el lunes con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, para que acepte a tres prisioneros de la prisión militar estadounidense de la Bahía de Guantánamo, en Cuba.

Obama hizo el anuncio luego de negociaciones con Berlusconi, mientras el líder estadounidense presiona por encontrar lugar para los reos de Guantánamo, donde se encuentran sospechosos extranjeros de terrorismo.

La prisión militar estadounidense ha generado duras críticas de activistas de derechos humanos e instituciones, y Obama ha intentando involucrar a otras naciones en su plan de cerrarla para enero.

"Agradecí al primer ministro por su apoyo a nuestra política de cerrar Guantánamo", dijo Obama en la Casa Blanca. "Esto no es sólo diálogos. Italia ha acordado aceptar a tres detenidos específicos", agregó.

La Unión Europea dijo temprano el lunes que sus Estados miembros estaban listos para recibir a detenidos liberados del centro de detención de la base naval estadounidense en Cuba.

Tres reclusos de Guantánamo fueron trasladados a Arabia Saudita "bajo medidas apropiadas de seguridad" la semana pasada, dijo el viernes el Departamento de Justicia estadounidense.

La salida de los saudíes fue seguida por la transferencia de otros seis detenidos la semana pasada: cuatro miembros de la etnia china uighur que fueron liberados en Bermudas, además de un iraquí y un chadiano que fueron enviados a sus respectivos países.

Días después de asumir el poder el 20 de enero, Obama estableció un plazo de un año para el cierre de la prisión, que ahora cuenta con más de 200 reos, como parte de sus esfuerzos por reparar la imagen de Estados Unidos en el exterior.

La prisión de Guantánamo, abierta durante el Gobierno del ex presidente George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, fue duramente criticada por mantener a prisioneros indefinidamente, muchos sin cargos formales.

Grupos de derechos humanos acusaron al Gobierno de Bush de permitir prácticas de tortura contra los reos.