MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha retrasado al miércoles la ronda de contactos que tiene previsto mantener con los partidos políticos para determinar si hay alguna alternativa viable a la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas.
Mattarella ya celebró la semana pasada una primera ronda, después de que el primer ministro, Giuseppe Conte, presentase su dimisión por la ruptura de la alianza entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Luigi Di Maio y la Liga de Matteo Salvini.
El jefe de Estado volvió a convocar a todas las partes para este martes, dejando claro que las elecciones serán inevitables si no hay un gobierno mayoritario con "un programa claro". "Sin una mayoría sólida, el camino pasa por el voto, pero no es un camino que se pueda emprender a la ligera", advirtió el jueves el presidente.
Su oficina ha anunciado este lunes que los contactos del martes se limitarán a sendas reuniones con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y con partidos menores. Ya el miércoles, se verá con representantes de las principales formaciones políticas, en el marco de una cadena de reuniones que concluirá a las 19.00 con la cita entre Mattarella y el M5S.
El presidente da así un día más al M5S y al Partido Democrático (PD) para tratar de llegar a un acuerdo que permita evitar la celebración de nuevos comicios. A pesar de que Salvini incluso ha planteado la posibilidad de una reconciliación con Di Maio, la única opción que está ahora sobre la mesa pasa por un acuerdo M5S-PD.
El líder del PD, Nicola Zingaretti, ha reconocido este lunes que por ahora no hay entendimiento con su potencial socio para constituir un "gobierno de cambio". El principal obstáculo parece ser la eventual permanencia de Conte como primer ministro, ya que Zingaretti entiende que debe haber "discontinuidad en los contenidos y en el equipo".
El principal representante del PD en el Senado, Andrea Marcucci, ha aclarado sin embargo que "no hay vetos" y que el principal interés de su formación pasa por hablar de "políticas". Ambos partidos pusieron la semana pasada sobre la mesa una batería de medidas y, el menos en las primeras tomas de contacto, se mostraron optimistas sobre un posible programa común.