Por Hideyuki Sano
TOKIO (Reuters/EP) - A pesar de una revisión al alza, la economía japonesa se contrajo en los primeros tres meses del año a su ritmo más fuerte desde la Segunda Guerra Mundial, pero los economistas esperan que comience una lenta y frágil recuperación en el actual trimestre.
Después de haber sido afectada por una fuerte caída en las exportaciones, la economía está teniendo cierto alivio a medida que las compañías aumentan lentamente su producción y los efectos del paquete de estímulo del Gobierno por 15 billones de yenes se empiezan a sentir.
La economía de Japón se contrajo en un 3,8 por ciento en el primer trimestre, ligeramente por debajo de lo estimado previamente y de una estimación del mercado que promedió un declive de 4,0 por ciento.
"La revisión fue técnica y no cambia el panorama general. La economía ha pasado la peor etapa pero es poco probable que alcance a los niveles máximos previos a la crisis global", dijo Hiroshi Watanabe, economista de Daiwa Institute of Research.
Durante los últimos cuatro trimestres la economía japonesa acumuló una contracción del 8,8 por ciento, no muy lejos de un declive de 10 por ciento, que es usado por algunos como la marca que define una depresión.
Pero los fabricantes han reducido agresivamente sus inventarios y la producción industrial japonesa parece tener una recuperación con forma de "V", al menos en el período entre abril y junio.
Eso ha impulsado a los economistas a proyectar un crecimiento de 0,5 por ciento en el segundo trimestre, aunque una inesperada caída en los pedidos de maquinaria en abril recordó el débil panorama para el gasto de capital.
"El empleo de la capacidad ha caído desde un 80 por ciento a un 50 por ciento. Incluso si asumimos que la producción industrial continuará creciendo, sólo llegará cerca de un 65 por ciento el próximo año", dijo Kazuto Uchida de Bank of Tokyo-Mitsubishi
UFJ.
El dato del PIB mostró que el gasto de capital en el primer trimestre cayó un 8,9 por ciento, comparado con un declive preliminar de 10,4 por ciento y una estimación promedio de una caída de 9,1 por ciento.
La cifra revisada del PIB se traduce en una contracción anualizada de 14,2 por ciento, frente a una lectura previa de un declive de 15,2 por ciento y a una estimación de un crecimiento negativo de 15 por ciento.