Publicado 26/09/2019 17:50

El jefe del Ejército de Argelia advierte sobre "sanciones" contra los que "obstaculicen" las presidenciales

MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Ejército de Argelia, Gaid Salá, ha advertido este jueves que aquellos que "pongan obstáculos" a la celebración de las elecciones presidenciales harán frente a "sanciones", convocadas para el 12 de diciembre, en medio de las protestas contra los comicios.

"La vía nacionalista no es adecuada para la horda que intenta por todos los medios dañar este proceso electoral, que es clave para resolver la crisis en el país", ha dicho, antes de agregar que los que "obstruyan este proceso nacional vital (...) harán frente a una sacción justa y rigurosa".

Salá, que el martes reclamó una "participación masiva" en la votación, ha destacado que los preparativos "están en marcha" para asegurar que se celebran unas elecciones que considera "decisivas en la vida de la nación".

"Es un acontecimiento importante en el proceso de salida de la crisis", ha defendido Salá, quien ha expresado su "convencimiento" de que "el pueblo argelino, consciente de su interés y el de su país (...) sabrá cómo actuar".

Por otra parte, ha reiterado que el Ejército "ha hecho el juramento ante el pueblo argelino de crear todas las condiciones idóneas para la celebración de elecciones presidenciales" y de "garantizar la seguridad en todo el territorio nacional".

Decenas de miles de personas se manifestaron el 20 de septiembre en la capital de Argelia, Argel, para exigir una mayor democratización del país y protestar contra la convocatoria de elecciones presidenciales.

La protesta fue la primera desde que el mandatario interino, Abdelkader Bensalá, desvelara la fecha de la votación y de que Salá ordenara a las fuerzas de seguridad que detuvieran y confiscaran los vehículos usados para trasladar a los manifestantes a Argel.

Los manifestantes han mantenido las protestas pese a la dimisión en abril del expresidente Abdelaziz Buteflika y los arrestos de altos cargos por supuesta corrupción para reclamar una verdadera transición democrática.

En el centro de sus críticas están Bensalá y el primer ministro, Nurredín Bedui, ambos muy cercanos a Burteflika. El presidente interino ascendió al puesto tras su salida, mientras que Bedui fue nombrado primer ministro por el ahora exmandatario en medio del movimiento popular contra él.

Así, los manifestantes sostienen que no hay garantías de que las autoridades organizarán unas elecciones libres y justas mientras las figuras del régimen de Buteflika continúen en posiciones de poder y dirigiendo el proceso de transición.