Actualizado 03/07/2009 03:43

Jefe OEA viaja a Honduras, presionará vuelta Zelaya

Por Enrique Andrés Pretel y Anahí Rama

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El secretario general de la OEA llegará a Honduras el viernes para presionar por la vuelta al poder del derrocado mandatario Manuel Zelaya, mientras el presidente interino aceptaba la posibilidad de adelantar las elecciones para resolver la crisis política.

La Organización de Estados Americanos (OEA) dio de plazo hasta el sábado para que el Gobierno que encabeza el ex presidente del Congreso Roberto Micheletti reconozca a Zelaya como presidente o suspenderá al país del organismo.

"Esperamos que los líderes del golpe reconozcan el daño que le están haciendo al país y al mundo y permitan el regreso del presidente Zelaya", dijo a Reuters en Guyana el jefe del organismo, José Miguel Insulza.

Poco después, Micheletti dijo estar dispuesto a adelantar las elecciones previstas para el 29 noviembre.

"Totalmente de acuerdo, siempre dentro de la ley, no tengo ninguna objeción si acaso esa es una manera de solucionar estos problemas", dijo el mandatario en una rueda de prensa respondiendo a una pregunta expresa sobre el tema.

Micheletti dijo que su Gobierno quiere presentar a Insulza una cronología de todo lo acontecido en las últimas semanas para probar que el derrocamiento de Zelaya fue legal.

El presidente interino insiste en que su gobierno es legítimo pese al repudio mundial ante lo acontecido el domingo, cuando un grupo de militares allanó la residencia de Zelaya y lo sacó del país a punta de rifle.

Zelaya reiteró en Panamá que planea regresar, aunque evitó abundar en detalles para no dar "armas al enemigo".

"Hay toda una estrategia y un plan, además apoyado por la comunidad internacional, no para violencia (...) Lo que pretendemos es que el pueblo se manifieste y que el pueblo haga que estos dictadores, estos aprendices de tiranos rectifiquen lo más pronto posible", dijo en conferencia de prensa.

Una solución negociada en aún parece lejana, luego de que varios de los funcionarios rechazaran de plano la posibilidad de que regrese Zelaya, cuyo viraje a la izquierda y su alianza con el venezolano Hugo Chávez irritó a las elites conservadoras y al sector privado.

Mientras tanto, la presión internacional crecía y el jueves la Unión Europea informó que retirará a los 27 embajadores de los países miembro del bloque, un nuevo paso que aísla aún más al Gobierno interino.

SIGUEN PROTESTAS

En Honduras, los ánimos estaban lejos de calmarse, entre manifestantes que exigen el retorno del "presidente legítimo" y los que aprueban el golpe de Estado como la única solución para que el país se salvara de una "dictadura socialista".

Miles de personas marcharon hasta la sede de Naciones Unidas en Tegucigalpa, para aplaudir la resolución del organismo esta semana para que ninguno de sus 192 miembros reconozca al Gobierno de Micheletti.

"Le pedimos a las Naciones Unidas que sigan en la misma posición porque aquí está el pueblo en las calles. La gente que sale por los medios en esas marchas (las pro Micheletti) son pagados", expresó Rina García, una empleada del sector salud de 44 años que participaba en la marcha.

En San Pedro Sula, ciudad industrial en el norte del país, miles de manifestantes usando camisetas blancas y ondeando banderas de Honduras apoyaron al actual Gobierno interino, portando carteles caricaturescos de Zelaya y su aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez.

"Estamos defendiendo nuestra Constitución", "OEA, queremos democracia, no a Chávez", decían carteles de manifestantes en San Pedro Sula, según imágenes de canales de televisión afines al Gobierno interino.

Muchos hondureños acusan a Zelaya de seguir los pasos del mandatario venezolano para permanecer en el poder, luego de que insistiera en realizar una consulta popular que abriera el camino a la reelección pese a la oposición de los tribunales y las fuerzas políticas, incluyendo su propio partido.

Apoyado por el Congreso, el Poder Judicial, las Fuerzas Armadas y los empresarios, el Gobierno interino continúa tomando juramento a funcionarios y tratando de consolidar el control del país pese a la presión diplomática y el impacto de la crisis en la economía.

Las golpeadas finanzas del empobrecido país productor de café y textiles ha comenzado sentir los efectos del bloqueo comercial centroamericano, mientras organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suspendieron vitales préstamos.

Santiago Ruiz, un empresario de la asociación de ganaderos, dijo que su sector está perdiendo cerca de 30 millones de dólares al día por el cierre de fronteras al comercio decretada por países vecinos de Centroamérica.

No obstante, el Gobierno izquierdista de El Salvador anunció el jueves el levantamiento de las sanciones.

(Con reporte de Sharief Khan en Georgetown, Sean Mattson en Ciudad de Panamá y Mica Rosenberg en Tegucigalpa; Editado por Silene Ramírez)