Actualizado 23/06/2009 15:53

Jefe región rusa de Ingusetia sigue delicado tras ataque

Por Guy Faulconbridge

MOSCU (Reuters/EP) - El jefe de la región musulmana rusa de Ingusetia luchaba por su vida el martes, luego de un ataque suicida con bomba que dio un nuevo golpe a los intentos del Kremlin por sofocar la agitación en el norte del Cáucaso.

El presidente ingusetio Yunus-Bek Yevkurov resultó gravemente herido el lunes por la mañana cuando un atacante suicida detonó unos 70 kilogramos de dinamita junto al camino que recorría la comitiva del líder, destruyendo el Mercedes blindado de Yevkurov.

Yevkurov, de 45 años, fue llevado a un hospital en la ciudad de Nazran, pero luego fue trasladado en avión a Moscú cuando los doctores decidieron que necesitaba tratamiento más especializado.

El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, visitó el lunes a última hora el Instituto Vishnevsky de Cirugía en Moscú donde Yevkurov estaba siendo tratado, para consultar a los doctores acerca de su condición.

"Sufrió heridas graves, y como resultado gran parte de sus órganos está dañada, sobre todo el cráneo. La caja toráxica y el hígado también están dañados", dijo Vladimir Fyodorov, director del instituto, a Medvedev en comentarios difundidos por la televisión estatal.

"Su condición continúa siendo grave (...) Está con respirador artificial", agregó Fyodorov.

El jefe del Kremlin -quien nombró el año pasado a Yevkurov presidente de Ingusetia- condenó el ataque como un acto terrorista e instó a una respuesta "directa y severa".

Ingusetia ha ocupado el lugar de su vecina Chechenia como el principal centro de violencia dentro de turbulento sur de Rusia, desafiando al frágil control del Kremlin y constituyendo un flanco de lucha para las redes globales de milicianos islamstas, según fuerzas de seguridad.

Funcionarios rusos dijeron que el ataque del lunes fue un intento para desestabilizar la situación en Ingusetia, cuya población de cerca de medio millón de habitantes está entre las más pobres del país. La corrupción, la pobreza y la violencia también azotan a la región.