MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Un juez federal ha determinado que Adélio Bispo, el hombre que apuñaló al hoy presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante la campaña para las elecciones presidenciales de octubre, sufre un trastorno mental, por lo que no irá a una cárcel común, sino a un centro médico.
El juez Bruno Savino ha tomado esta decisión en base a los informes médicos aportados por psiquiatras de la defensa y de la acusación, así como peritos independientes, los cuales han coincidido en que el acusado sufre un delirio persistente.
Los informes han diferido, no obstante, en si Bispo puede ser o no juzgado. Savino ha optado por seguir adelante con el proceso penal, si bien ha decidido que, en caso de que finalmente sea condenado, cumplirá la condena en un centro médico.
Bispo está acusado de un "atentado personal por inconformismo político" por el que podría recibir entre tres y diez años de prisión, pero al tener como resultado una lesión grave la pena podría elevarse hasta los 20 años, según informa el diario brasileño 'O Globo'.
Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen en septiembre durante un mitin en Minas Gerais. El líder ultraderechista estuvo semanas en el hospital, lo que le obligó a perderse gran parte de la campaña electoral. Ya ha pasado por varias operaciones. Bispo dijo entonces que seguía "órdenes de Dios".