Publicado 13/10/2019 09:00

Kenia.- Kenia da un paso adelante contra la apatridia al impulsar la ciudadanía para las comunidades shona y makonde

Kenia.- Kenia da un paso adelante contra la apatridia al impulsar la ciudadanía
Kenia.- Kenia da un paso adelante contra la apatridia al impulsar la ciudadanía - UNHCR/GEORGINA GOODWIN


MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

Con la concesión de los documentos de nacionalidad al pueblo de los shona, Kenia ha dado un paso de gigante a la hora de resolver de una vez por todas la situación de apatridia que afecta a casi 20.000 personas en todo el país, en lo que podría ser el inicio de un 'efecto dominó' que convertiría al país africano en la punta de lanza para extender estos esfuerzos al resto del planeta, donde cerca de 10 millones de personas viven sin ciudadanía.

Los shona de Kenia llevan más de una generación viviendo en el país como descendientes de un grupo de misioneros zimbabuenses llegados Kenia durante la década de los sesenta para fundar la Iglesia de los Evangelios de Dios. A pesar de llevar más de medio siglo en el país, no han disfrutado de los derechos que les concede la ciudadanía, como el acceso a los servicios básicos o la adquisición formal de empleo.

Esta situación comenzó a cambiar el pasado mes de agosto, cuando el Gobierno comenzó por fin a distribuir entre unos 600 niños y jóvenes shona del país el documento imprescindible para iniciar los trámites de ciudadanía: el certificado de nacimiento. Entre ellos se encontraba Kapota, de 25 años de edad, quien hace una década tuvo que abandonar la escuela al carecer de los documentos imprescindibles para hacer el examen de acceso al instituto.

"Mis profesores intentaron ayudarme pero no pudieron hacer nada", relató la joven. "Tuve que dejar los estudios y convertirme en una empleada del hogar porque mi familia no tenía dinero ni para comer", lamentó.

La entrega de los certificados se suma a la intensificación de las maniobras políticas para acelerar los trámites de ciudadanía, como la llegada el pasado lunes a Ginebra de una delegación de alto nivel para ofrecer su ayuda en la campaña "I Belong" (Yo pertenezco) de Naciones Unidas, que se ha marcado el objetivo de acabar con la apatridia en el mundo para 2024.

MASA CRÍTICA

En este encuentro, 55 estados han manifestado su intención de adherirse o ratificar las convenciones de apatridia de la ONU, facilitar la nacionalización de las personas apátridas, prevenir la apatridia al poner fin a la discriminación de género, garantizar el registro universal de nacimientos, proteger a las personas apátridas y mejorar o iniciar la recopilación de datos sobre poblaciones apátridas.

El lunes, Angola y Colombia se convirtieron en los dos últimos países en unirse a las Convenciones, formalmente presentando instrumentos de adhesión y ratificación de los tratados durante el evento en sí.

"Estamos alcanzando una masa crítica en el esfuerzo global para erradicar la apatridia. Esta semana ha demostrado que existe un nivel de voluntad política y compromiso sin precedentes para resolver este problema y evitar que surja en primer lugar ", ha declarado el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

"Es crucial que estos compromisos se conviertan en acciones. Vamos a intensificar nuestros propios esfuerzos para ayudar a los Estados a trabajar hacia el objetivo de erradicar por completo la apatridia, un objetivo que está a nuestro alcance, siempre y cuando se mantenga este impulso", ha manifestado.

Volviendo a Kenia, otros 2.000 adultos shonsa también han comenzado los trámites para solicitar el certificado de nacimiento, según la responsable de apatridia de Naciones Unidas en Kenia, Wanja Munaita, quien ha recordado el precedente establecido en el país hace dos años, al conceder la ciudadanía a los 8.000 integrantes de la comunidad makonde tras casi un siglo de residencia en el país. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer.

CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

El líder comunitario shona Oliver Muregerera lamenta que esta decisión haya llegado tan tarde. "Hemos vivido una vida de pobreza y miseria dado que sin documentos aquí no puedes trabajar, no puedes comprar una propiedad ni acceder a los servicios que ofrece el Estado", asegura, antes de avisar que la distribución de los certificados no es una garantía automática de ciudadanía y que el Gobierno ha tardado dos años en dar el primer paso.

La Comisión Keniana de Derechos Humanos, una ONG humanitaria del país, comparte la preocupación de Muregerera. "Los certificados de nacimiento no son suficientes y hay que seguir ejerciendo presión hasta que la comunidad entera reciba el reconocimiento formal" de ciudadanía, afirma su responsable, George Kegoro.

MEJORES HERRAMIENTAS

Tanto Kegoro como Muregerera exigen medidas prácticas para garantizar que ningun shona queda sin nacionalizar, y siempre a partir del esperado censo nacional, realizado este verano, y que se dará a conocer el año próximo.

"Hemos pedido, hemos rogado a los shona que den un paso adelante y se identifiquen como tales durante el recuento, porque el Gobierno nos ha confirmado que van a incluir un apartado específico sobre los apátridas", ha asegurado Munaita en este sentido.

Los estados africanos son cada vez más conscientes de que la apatridia supone un desafío impropio del siglo XXI. Una declaración de 2017 de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), una agrupación de 15 países, destacó la voluntad política de sus estados miembros para abordar el problema no solo a través de la nacionalización de los solicitantes, sino también a través de la persecución de las injusticias que padecen.

Prueba de ello fue un dictamen emitido por la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que en 2018 señaló a Tanzania por "privar arbitrariamente a un hombre de la ciudadanía tanzana" y ordenó al gobierno actualizar su legislación, lo que podría allanar el camino para que otros países hicieran lo mismo.