Actualizado 25/06/2009 04:57

Khamenei afirma que no habrá marcha atrás elección Irán

NOTA DE LOS EDITORES: Reuters y otros medios internacionales están sometidos a restricciones iraníes sobre su capacidad para salir a la calle a obtener información, hacer fotografías o tomar imágenes en Teherán.

Por Zahra Hosseinian y Hossein Jaseb

TEHERAN (Reuters/EP) - El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, aseguró el miércoles que se mantendría un disputado resultado electoral pese a las protestas callejeras que funcionarios iraníes dicen que Gran Bretaña y Estados Unidos han incitado.

El clérigo reformista Mehdi Karoubi, quien quedó de último en las elecciones presidenciales realizadas el 12 de junio, dijo que el nuevo Gobierno es "ilegítimo" y cerca de 200 manifestantes desafiaron la severa seguridad cerca del Parlamento.

Más tarde efectivos de la policía antidisturbios lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar la protesta.

La policía y la milicia religiosa han tenido éxito en recuperar el control de las calles esta semana, tras las mayores manifestaciones anti Gobierno en el país desde la Revolución Islámica en 1979. El liderazgo de línea dura se niega a ceder terreno.

"Había insistido e insistiré en aplicar la ley en el tema de las elecciones (...) Ni las instituciones ni la nación se doblegarán a la presión a ningún costo", dijo Khamenei, la figura con mayor poder de Irán.

Los disturbios han expuesto fisuras sin precedentes dentro del país con el moderado ex primer ministro Mirhossein Mousavi insistiendo en que las elecciones le fueron robadas a favor del presidente de línea dura Mahmoud Ahmadinejad.

Khamenei, quien normalmente se mantiene al margen de las tensiones políticas, se ha puesto firmemente de parte de Ahmadinejad; mientras que Mousavi es respaldado por el poderoso ex mandatario Akbar Hashemi Rafsanjani, un pragmático que prefiere una política exterior menos confrontacional.

Mousavi y Rafsanjani se reunieron el miércoles con un grupo de altos parlamentarios.

La agencia semioficial de noticias Fars sólo informó que las elecciones y los últimos acontecimientos estaban siendo discutidos y que no estaba claro si el par estaba intentando llegar a un acuerdo de paz con el parlamento o intentando conseguir mayor respaldo.

POTENCIAS EXTRANJERAS

El Gobierno de Ahmadinejad culpa del descontento a potencias extranjeras, acusaciones que han sido rechazadas por Londres y Washington.

"Gran Bretaña, Estados Unidos y el régimen sionista (Israel) estaban detrás de los recientes disturbios en Teherán", dijo el ministro del Interior, Sadeq Mahsouli, según un reporte de Fars.

El ministro de Relaciones Exteriores, Manouchehr Mottaki, dijo que Teherán estaba evaluando degradar sus relaciones con Reino Unido después de unas expulsiones recíprocas de diplomáticos esta semana. También anunció que no tenía planes de asistir a una reunión del G8 en Italia esta semana sobre Afganistán.

Sus comentarios, un día después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declarara "consternado e indignado" por la represión en Irán, proporcionaron más pruebas de la creciente tensión con Occidente.

La Casa Blanca dijo el miércoles que Estados Unidos había retirado las invitaciones a diplomáticos iraníes para asistir a las celebraciones para conmemorar el Día de la Independencia de Estados Unidos el 4 de julio en las embajadas estadounidenses presentes en todo el mundo.

La decisión de invitar a diplomáticos iraníes había representado un cambio con la política previa de Washington y era parte del acercamiento que intenta Obama con Teherán, pero la cancelación de las invitaciones fue algo simbólico porque ningún diplomático de Irán había respondido a ellas.

Diplomáticos occidentales habían visto el evento del 25-27 de junio como una oportunidad poco común para que el G8 discutiera con potencias regionales como Irán objetivos comunes para Afganistán y Pakistán.

El inesperado levantamiento en Irán arruinó los planes de Obama de implicar a la república islámica en un diálogo importante sobre su programa nuclear, que según Teherán tiene fines pacíficos pero que Occidente sospecha está dirigido a la fabricación de bombas.

Hasta 20 personas han muerto en las protestas, de acuerdo al canal de televisión estatal que transmite en idioma inglés Press TV. Videos de aficionados de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, y de algunas de las muertes, han sido publicados en internet y vistos alrededor del mundo.

La imagen de "Neda", una joven mujer iraní muerta durante una protesta se ha convertido en un ícono para los manifestantes.

Los partidarios de Mousavi dijeron que planeaban liberar el viernes miles de globos verdes y negros con el mensaje "Neda, tú siempre permanecerás en nuestros corazones".

La mujer de Mousavi, Zahra Rahnavard, pidió la inmediata puesta en libertad de los detenidos desde las elecciones -entre quienes están 25 empleados del periódico de su esposo-, y criticó la presencia de fuerzas armadas en las calles, informó su página de internet.

"Es mi deber continuar con las protestas legales para preservar los derechos iraníes", declaró Rahnavard, que participó activamente en la campaña electoral con su marido.

El ministro de Inteligencia, Gholamhossein Mohseni-Ejei, dijo que algunas personas con pasaporte británico habían estado involucradas en los disturbios, según reportó la agencia de noticias Fars.

Uno de los detenidos estaba "disfrazado como periodista" y había estado "recolectando información que necesitaban los enemigos".

Las acusaciones iraníes sobre países entrometiéndose fueron consideradas en Gran Bretaña como un intento para desviar la responsabilidad de los disturbios.

"Creo que tiene mucho que ver con tratar de crear unidad nacional por medio de crear un enemigo externo común que tradicionalmente son los británicos", comentó a Reuters Claire Spencer, jefa del programa de Oriente Medio y el Norte de Africa del comité de expertos Chatham House.