Advierte de que la disolución del Gobierno generaría un vacío de poder y niega que esté dinamitando las protestas sociales
El jeque sospecha que las manifestaciones comienzan a estar dirigidas por enemigos nacionales e internacionales del movimiento
MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El líder del poderoso partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha asegurado que su formación prestará su completo apoyo a la aplicación del plan de reformas prometido por el Gobierno para aplacar las fuertes protestas populares en el país y respaldado la labor de las autoridades como garantes de estabilidad frente a las peticiones populares de dimisión para evitar el que sería el peor resultado posible de esta crisis: la aparición de un vacío de poder.
Las protestas de este viernes han vuelto a exigir, por noveno día consecutivo, la disolución inmediata del actual Gobierno libanés, cuya decisión a mediados de mes de gravar la aplicación de mensajería WhatsApp terminó por agotar la paciencia de una población incapaz de llegar a fin de mes y asustada por la incapacidad de las autoridades para atajar los incendios que han asolado el país este mes y dinamitado la frágil economía agrícola.
En una esperada comparecencia televisada, el jeque ha pedido calma a la población y garantizado que su grupo no tiene ninguna intención de inmiscuirse en las protestas, tras las últimas informaciones sobre enfrentamientos entre manifestantes y simpatizantes de su grupo -- vestidos de negro y que coreaban precisamente el nombre de Nasralá --, en la capital del país, Beirut, según habían declarado testigos de la agencia Reuters.
Nasralá ha negado que haya dado orden de dinamitar las manifestaciones aunque ha lamentado que las barricadas levantadas por los participantes están paralizando el desarrollo cotidiano del país y expresado su desconcierto ante las actitudes de algunos de los líderes de las marchas, que han "ridiculizado" la oferta del Gobierno cuando se da la circunstancia de que cumple sus exigencias más importantes, lo que deja entrever la presencia de alborotadores, algunos de ellos financiados por enemigos internacionales de Hezbolá, en una velada referencia a Arabia Saudí, el reino suní enemigo declarado de la formación.
"Tengo que decir que algunos de los líderes del movimiento de protesta han ridiculizado, de manera bastante extraña, el plan de reforma. Este comportamiento suscita preguntas", ha insinuado. "Hay quien dice que Hezbolá y yo hemos amenazado a los manifestantes, y algunos se lo han creído mientras los medios de comunicación de los países del Golfo y algunos aliados nacionales han inflado estas alegaciones", ha lamentado.
"Este movimiento de protesta está perdiendo espontaneidad y parece que está siendo manipulado por algunos partidos y fuerzas polítics de este país", ha insistido el jeque, en un discurso en el que ha pedido a la población que elija a sus propios líderes de las manifestaciones para que el Gobierno y Hezbolá pueda prometerles, cara a cara, que todas sus demandas serán satisfechas.
"Todos juntos vamos a acelerar la adopción de la ley que permita recuperar los fondos públicos que os han saqueado, a través del levantamiento del secreto bancario", ha declarado Nasralá antes de avisar que "este plan ha sido redactado para aplicarlo ya, no es una promesa", y asegurar que Hezbolá "no permitirá ninguna dilación al respecto".
Nasralá ha zanjado esta faceta de su discurso con la garantía de que en ningún caso su movimiento se inmiscuirá en las manifestaciones. "Lo mejor que le puede pasar a este movimiento popular es que Hezbolá se quede al margen", ha asegurado en su comparecencia, recogida por el portal de noticias Naharnet.
Si bien ha exhibido su simpatía por los manifestantes, también ha reiterado, como ya hiciera la semana pasada, su respaldo al Gobierno libanés. "No vamos a aceptar ni un derrocamiento de la Presidencia ni la dimisión del Ejecutivo. No vamos a respaldar la celebración de elecciones anticipadas", ha avisado antes de dirigirse a la población: "Si queréis elecciones anticipadas, pedid a vuestros representantes que declaren una nueva ley electoral y os respaldaremos son condiciones".
Nasralá ha concluido su discurso exponiendo la razón de su apoyo al Gobierno libanés: la amenaza de un vacío político que sería "muy peligroso, porque podría acabar desembocando en el caos y en el colapso de la nación", ha avisado.