MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los líderes de la comunidad cristiana de Líbano han pedido este martes a la población que "dé una oportunidad" al nuevo Gobierno ante las continuadas protestas y la crisis económica y política que atraviesa el país.
La cumbre espiritual ha sido celebrada en Bkerké --sede del Patriarcado de Antioquía de los maronitas-- a invitación del patriarca maronita, Beshara al Rai, para "discutir las peligrosas situaciones que sufre Líbano desde hace más de tres meses".
Los líderes religiosos han destacado que el nuevo Ejecutivo, cuya composición fue anunciada la semana pasada, está integrado por "ministros capacitados" y han reclamado al Gobierno que "se gane la confianza del pueblo libanés, especialmente de los hombres y mujeres jóvenes que han protagonizado un levantamiento pacífico".
Asimismo, han destacado el derecho de manifestación y han condenado los disturbios registrados durante los últimos días, al tiempo que han advertido de que los actos de algunos violentos podría desviar a los manifestantes de "sus nobles objetivos".
Por ello, han pedido a los manifestantes que "actúen con inteligencia" y "den al Gobierno una oportunidad para asumir sus responsabilidades", según ha recogido el portal local de noticias Naharnet.
Por último, han solicitado a los países vecinos y a la comunidad internacional que den apoyo al país para sacar adelante "una reforma económica, financiera y de desarrollo" que permita a Líbano recuperar "su papel tolerante y pacífico".
Durante la jornada de este martes, grupos de manifestantes han llegado a la plaza de los Mártires de Beirut, uno de los epicentros de las protestas, para intentar impedir que las fuerzas de seguridad desmantelen la acampada en el lugar.
Las calles que llegan al campamento de protesta han estado cerradas desde los primeros días de las movilizaciones, que arrancaron el 17 de octubre, si bien las fuerzas de seguridad han retirado algunas barreras en las últimas horas.
El llamamiento de los líderes cristianos han llegado un día después de que el Parlamento aprobara los Presupuestos en una polémica sesión, rechazada por manifestantes y varios partidos políticos del país que consideran que el nuevo Gobierno no podía debatir este asunto hasta que no haya obtenido la confianza del propio Parlamento.
En el centro de las críticas estaba además el hecho de que el borrador de Presupuestos fue presentado el año pasado por el Gobierno de Saad Hariri, que dimitió en el marco de las protestas, y no contempla por tanto la deteriorada situación económica que sufre Líbano en estos momentos.
El país cuenta con una de las deudas públicas más elevadas del mundo, por encima del 150 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el déficit llegó al once por ciento en 2018. Asimismo, la moneda nacional, que había estado igualada al dólar desde 1997, perdió cerca del 60 por ciento de su valor en las últimas semanas.
Líbano es escenario de protestas desde el pasado 17 de octubre debido a la crisis económica. Hariri dimitió junto a su Gobierno, dejando un vacío de poder que tardó tres meses en llenarse hasta que fue sustituido por el nuevo primer ministro, Hasán Diab, y un nuevo Gabinete.