MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha explicado a la población que el Gobierno necesita tiempo para sacar al país de la crisis financiera y económica, y ha pedido calma a la gente tras las últimas protestas tras el desplome de la moneda nacional frente al dólar.
"Entiendo que la población quiere ver cambios rápidos y tangibles, pero las consecuencias de los últimos 30 años no pueden eliminarse en un santiamén", ha declarado Aoun en entrevista con la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
A esta crisis se suma la actual pandemia de coronavirus, que ha dejado al menos 733 casos y 25 fallecidos en el país.
Asimismo, el mandatario ha advertido de que algunos partidos podrían aprovecharse de las manifestaciones para obstaculizar el trabajo del Ejecutivo.
"Hay fuerzas políticas que no se preocupan por salvar la situación, sino por ganar puntos políticos, siguen la estrategia adoptada y esto es triste, porque hoy la unidad y la cohesión son más necesarias que nunca", ha subrayado.
Aoun ha reiterado que el Gobierno implementará el plan de respuesta a la crisis económica pese a todos los obstáculos y dificultades a pesar del estallido de las protestas de esta semana.
El pasado miércoles, 40 personas resultaron heridas en una movilización en la ciudad de Trípoli (norte), que ha sido la que ha presenciado los principales disturbios durante los últimos días.
De hecho, un manifestante murió el martes por las heridas sufridas el lunes durante los enfrentamientos entre algunos de los concentrados y el Ejército en la ciudad, incidentes en los que fueron incendiadas varias sedes bancarias y se lanzaron piedras y cócteles molotov contra los militares.
El jueves pasado, y para apaciguar a la población, Aoun anunció que el Gobierno aprobó un plan para salir de la crisis.
"Por primera vez en la historia del país se ha aprobado un plan económico y financiero, después de que la ausencia de planificación y visión de futuro estuviera a punto de arruinar el país", ha manifestado el mandatario tras la reunión.
Por su parte, el primer ministro libanés, Hasán Diab, ha descrito el plan como "una hoja de ruta" y ha desvelado que su Gobierno pedirá ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI), tal y como ha recogido el portal de noticias Naharnet.
Así, ha resaltado que el plan "reestructurará los sectores bancario y financiero", "rebajará el déficit fiscal hasta el 5,6 por ciento" y "logrará un retorno al crecimiento positivo de cara a 2022".