Publicado 25/10/2019 12:29

Líbano.- La sociedad libanesa se paraliza tras el rechazo de los manifestantes a la oferta de diálogo del Gobierno

MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las sucursales bancarias, las escuelas y las tiendas de casi todo Líbano han amanecido cerradas este viernes, el noveno día consecutivo de protestas callejeras en las principales ciudades del país y que, en esta ocasión, han servido de expresión de rechazo popular a la oferta de diálogo formulada el jueves por el presidente del país, Michel Aoun, para unir fuerzas contra la actual crisis económica y política.

Las protestas de este viernes han vuelto a exigir la dimisión inmediata del actual Gobierno libanés, cuya decisión a mediados de mes de gravar la aplicación de mensajería WhatsApp terminó por agotar la paciencia de una población incapaz de llegar a fin de mes y asustada por la incapacidad de las autoridades para atajar los incendios que han asolado el país este mes y dinamitado la frágil economía agrícola.

Las manifestaciones han abarcado la práctica totalidad del espectro político y han llevado incluso al poderoso partido-milicia chií Hezbolá a hacer una llamada a la estabilidad, pero ni el programa de reformas anunciado el pasado fin de semana por el Gobierno del primer ministro, Saad Hariri, ni las peticiones del presidente Aoun han convencido a los manifestantes para que desistan de sus protestas.

Las arterias de las principales ciudades del país, comenzando por la capital, Beirut, se encuentran cerradas al tráfico mientras que la Asociación de Bancos Libaneses ha confirmado que toda actividad bancaria seguirá suspendida este viernes aunque su presidente, Salim Sfeir, ha expresado su confianza en que "las actividades se reanudarán en cuanto la situación vuelva a la normalidad", según informa la Agencia Nacional de Noticias de Líbano, NNA.

Mientras tanto, el primer ministro del país, Saad Hariri, continúa con su ronda de conversaciones de emergencia para desactivar la crisis. Tras mantener esta pasada noche una reunión con los embajadores de los países de la Unión Europea en Líbano, entre ellos el diplomático español José María Ferré de la Peña, en las próximas horas se encontrará con representantes de los grupos políticos del país para intentar cumplir la promesa conjunta realizada con el presidente Aoun de "revisar la realidad actual del Gobierno a través de los mecanismos constitucionales vigentes", tal y como publicó este jueves en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, comparecerá esta tarde en un discurso televisado para comunicar la actual posición del grupo en un momento en que las protestas se han extendido incluso a tradicionales bastiones del partido-milicia, como el valle de Bekaa, en el sur de Líbano.

Mientras tanto, la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut, se dispone a ser epicentro de nuevas movilizaciones por octavo día consecutivo, entre el desencanto total de la población, que ha desoído las llamadas a la calma de los mandatarios. "El discurso del presidente no cumple los estándares que la gente pide, ni satisface sus necesidades", ha declarado a Al Yazira uno de los participantes en la "sentada", Ali Hoteit.

Otro de los asistentes, el ingeniero Antoine Michel, también ha expresado su decepción por el discurso del presidente, que considera "vacío de contenido". "Tiene que dar algo", ha añadido, en una opinión que ha reiterado un compañero manifestante, Jamale Daouk. "El presidente sabe muy bien lo que queremos. Ya no nos fiamos de este Gobierno. Vamos a quedarnos aquí sentados, esperando, hasta que caiga", ha avisado.

LA ONU VALORA QUE LA TENSIÓN ESTÁ RELATIVAMENTE BAJO CONTROL

Naciones Unidas ha valorado que la situación se está caracterizando por la contención que, en términos muy generales, están exhibiendo las fuerzas de seguridad y los manifestantes aunque ello en modo alguno soslaya que al menos cuatro personas han muerto y cientos han resultado heridas entre el 17 y el 24 de octubre, según estimaciones de la Cruz Roja Libanesa citadas por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas a través de su portavoz, Ravina Shamdasani.

Asimismo, la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país documentó más de un centenar de casos de detenciones con maltratos, aunque tiene constancia de que la gran mayoría de los detenidos se encuentran ya en la calle, sin lesiones de consideración.

Shamdasani ha expresado no obstante su preocupación por el cese de la directora general de la agencia NNA, Laure Suleiman, por su cobertura de las manifestaciones.

Suleiman, cesada el pasado día 22 tras once años al frente de la agencia, defendió su prestigio "intachable". "Lo que está sucediendo es una revolución, el ciudadano paga impuestos y tiene derecho a transmitir su voz", afirmó tras conocer su despido. "Si mi cese es mi castigo porque transmití la voz de la gente, estoy orgullosa de ello", declaró al portal de noticias The 961.

Por último, Naciones Unidas se ha comprometido a "seguir observando los eventos según se desarrollan" y recuerda al Gobierno "el derecho inalienable de la población a reunirse y a protestar en paz y en libertad", antes de pedir a las fuerzas de seguridad que "restrinjan el uso de la fuerza en la medida de lo posible".