Actualizado 17/07/2009 01:42

Líderes regionales renuevan apoyo a hondureño Zelaya

Por Carlos Alberto Quiroga

LA PAZ (Reuters/EP) - Líderes izquierdistas latinoamericanos encabezados por el venezolano Hugo Chávez renovaron el jueves su respaldo al derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dos días antes de un nuevo intento de diálogo para superar la crisis del país centroamericano.

La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, agradeció las muestras de apoyo que recogió durante su participación en las celebraciones del bicentenario de la revolución independentista de la capital política boliviana y denunció que en su país no hay un Gobierno de facto sino sólo una "camarilla golpista".

Chávez, el anfitrión Evo Morales y los presidentes de Ecuador y Paraguay, además del vicepresidente de Cuba y los cancilleres de Argentina, Brasil y Chile, se reunieron durante casi dos horas con Rodas, quien dijo representar no sólo a Zelaya sino a los hondureños movilizados contra el golpe de Estado que lo saco del poder el 28 de junio.

"Zelaya está comprometido a volver, Zelaya vuelve", dijo Chávez a reporteros horas después del encuentro en el que los gobernantes regionales analizaron con Rodas la crisis en la que vive Honduras desde el golpe militar que derribó a Zelaya y encumbró a Roberto Micheletti.

"Este Goriletti (Micheletti) no tiene otro camino que el basural de la historia. Escríbelo, Gorilleti va para el basural de la historia, al basurero, pa' allá van Goriletti y todos los gorilas que han tratado de retrotraernos a los siglos pasados", afirmó.

El locuaz líder "antiimperialista" sugirió que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está desinformado sobre la verdadera situación en Honduras y le exigió tomar medidas para reponer el orden democrático en la región.

"Este golpe lo dio el Departamento de Estado (...), que nadie tenga aquí la menor duda. Los militares de Honduras no hubieran dado un paso sin aprobación de los militares de la base de los Estados Unidos que está en Honduras y sin la aprobación del Departamento de Estado", aseguró.

"El presidente Obama está entre la espada y la pared. Creo que a Obama no le informaron", agregó.

Previamente, en un discurso, Morales dijo que estaba "convencido (de que) en Honduras va a fracasar el golpe" y denunció también que sería parte de una conjura regional de políticos y militares pro "imperialistas".

"CAMARILLA"

Rodas dijo a reporteros que en Honduras actualmente no hay un Gobierno de facto sino una "camarilla golpista" que debería ser juzgada por cometer delitos contra la Constitución. En una declaración que podría condicionar un diálogo convocado para el sábado, justificó la posibilidad de una insurrección popular.

"Un artículo constitucional que le costó a nuestro pueblo largas décadas de luchas nos manda a todos los hondureños y hondureñas a no obedecer a ningún gobierno que se implanta por la fuerza y contra la voluntad popular y por lo tanto nos obliga, nos llama y conduce hacia los procesos de resistencia y de insurrección", expresó.

Dijo que quienes ostentan el poder "están en contra de la ley, están cometiendo actos criminales y todas sus decisiones son nulas, constituyen delito según la Constitución".

"Ellos no gobiernan constitucionalmente, ni siquiera son un Gobierno de facto, porque no son un gobierno, simplemente son una camarilla golpista que se sostiene por la fuerza de las armas y de la represión", agregó, llamado a Estados Unidos a ser más duro contra quienes derrocaron a Zelaya.

El presidente boliviano, quien desde su llegada al poder en el 2006 impulsa una política de nacionalizaciones luego de dos décadas de privatización de la economía, denunció una conjura.

"Si en Bolivia el año pasado fracasaron, ahora intentan en Honduras", aseveró Morales en un discurso de apertura de una parada militar en la que participaron delegaciones de Argentina, Paraguay, Perú y Venezuela.

El gobernante pareció hacer referencia a una ola de protestas en regiones controladas por opositores derechistas que el año pasado dejó un tendal de muertos y pérdidas económicas de unos 200 millones de dólares, sin lograr impedir la aprobación de la nueva Constitución "plurinacional".

Al aplaudir la "batalla (de sectores hondureños) frente a la dictadura", Morales dijo que el golpe contra Zelaya fue ejecutado por políticos afines a Washington y militares formados bajo el mando del Comando Sur militar estadounidense.

"No es posible que todavía en este nuevo milenio haya grupos militares que dependan del Comando Sur (...), no es posible que todavía el Comando Sur dirija golpes de Estado", dijo. "Los golpistas tarde o temprano serán juzgados", agregó.

Morales, quien desde la aprobación de la nueva Constitución a principios de año redujo drásticamente el papel de la Iglesia Católica de las celebraciones oficiales, criticó también a un cardenal hondureño que se pronunció recientemente a favor del cambio de Gobierno en el país centroamericano.