Actualizado 17/07/2009 02:09

Líderes regionales renuevan apoyo a hondureño Zelaya

Por Carlos Alberto Quiroga

LA PAZ (Reuters/EP) - Líderes izquierdistas latinoamericanos encabezados por el venezolano Hugo Chávez renovaron el jueves su respaldo al derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dos días antes de un nuevo intento de diálogo para superar la crisis del país centroamericano.

La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, agradeció las muestras de apoyo que recogió durante su participación en las celebraciones del bicentenario de la revolución independentista de la capital política boliviana y denunció que en su país no hay un Gobierno de facto sino sólo una "camarilla golpista".

Chávez, el anfitrión Evo Morales y los presidentes de Ecuador y Paraguay, además del vicepresidente de Cuba y los cancilleres de Argentina, Brasil y Chile, se reunieron durante casi dos horas con Rodas, quien dijo representar a Zelaya y a los hondureños movilizados contra el golpe que lo derrocó el 28 de junio.

El mandatario venezolano advirtió que la crisis política de Honduras podría derivar en una guerra civil de alcance regional y reveló que Zelaya estaba decidido a regresar a su país aún a sabiendas de que su vida corre peligro.

"Pido a todos que levantemos la atención hacia Honduras porque allá está un pueblo en este mismo instante combatiendo (...) y un presidente que fue echado, un presidente, ayer conversé por teléfono con él, que me dijo 'Hugo, no sé si voy a morir, pero yo voy a Honduras'", relató el líder venezolano.

Chávez advirtió que la situación de Honduras "tiende a complicarse, se tensa más" casi tres semanas después de la instauración de un Gobierno de facto presidido por Roberto Micheletti, a quien tildó de "Goriletti" y que enfrenta un amplio rechazo internacional.

"Ojalá Dios no lo quiera, pero pudiera terminar en una guerra civil, que pudiera desparramarse sobre Centroamérica, que ya fue un volcán hasta hace poco tiempo y las cenizas están vivas por debajo de la tierra", afirmó.

El líder venezolano de un movimiento "anti imperialista" regional en el que participan también, entre otros, sus pares de Bolivia, Cuba y Ecuador, emplazó a Estados Unidos a detener el golpe en Honduras, en línea con palabras del presidente Barack Obama a favor de la defensa de la democracia.

"Exijamos a quienes pueden detener esto que lo detengan, les hablo de Estados Unidos. Difícilmente alguien puede creer que los militares hondureños pueden haber dado un paso sin la luz verde del Pentágono", dijo.

"Estados Unidos ya debería haber retirado las tropas que tiene en Honduras si es que de verdad las palabras del presidente Obama se van a convertir en hechos", insistió, sugiriendo que el presidente estadounidense tal vez no está bien informado sobre la situación en Centroamérica.

Previamente, en un discurso, Morales dijo que estaba "convencido (de que) en Honduras va a fracasar el golpe" y denunció también que sería parte de una conjura regional de políticos y militares pro "imperialistas".

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, proclamó que "el golpe de Honduras no pasará" y llamó a comenzar en ese país la defensa de una "segunda independencia latinoamericana", en tanto que su colega paraguayo Fernando Lugo saludó a Zelaya como representante de "un proceso latinoamericano sin retorno".

"CAMARILLA"

Rodas dijo a reporteros que en Honduras actualmente no hay un Gobierno de facto sino una "camarilla golpista" que debería ser juzgada por cometer delitos contra la Constitución. En una declaración que podría condicionar un diálogo convocado para el sábado, justificó la posibilidad de una insurrección popular.

"Un artículo constitucional que le costó a nuestro pueblo largas décadas de luchas nos manda a todos los hondureños y hondureñas a no obedecer a ningún gobierno que se implanta por la fuerza y contra la voluntad popular y por lo tanto nos obliga, nos llama y conduce hacia los procesos de resistencia y de insurrección", expresó.

Dijo que quienes ostentan el poder "están en contra de la ley, están cometiendo actos criminales y todas sus decisiones son nulas, constituyen delito según la Constitución".

"Ellos no gobiernan constitucionalmente, ni siquiera son un Gobierno de facto, porque no son un gobierno, simplemente son una camarilla golpista que se sostiene por la fuerza de las armas y de la represión", agregó, llamado a Estados Unidos a ser más duro contra quienes derrocaron a Zelaya.

El presidente boliviano, quien desde su llegada al poder en el 2006 impulsa una política de nacionalizaciones luego de dos décadas de privatización de la economía, denunció una conjura.

"Si en Bolivia el año pasado fracasaron (supuestos planes golpistas), ahora intentan en Honduras", aseveró Morales en un discurso de apertura de una parada militar en la que participaron delegaciones de Argentina, Paraguay, Perú y Venezuela.

Al aplaudir la "batalla (de sectores hondureños) frente a la dictadura", Morales dijo que el golpe contra Zelaya fue ejecutado por políticos afines a Washington y militares formados bajo el mando del Comando Sur militar estadounidense.

Morales, quien desde la aprobación de la nueva Constitución a principios de año redujo drásticamente el papel de la Iglesia Católica de las celebraciones oficiales, criticó también a un cardenal hondureño que se pronunció recientemente a favor del cambio de Gobierno en el país centroamericano.