Publicado 15/07/2015 14:42

Lula cree que la crisis política en Brasil "va a empeorar"

   RÍO DE JANEIRO, 15 Jul. (Notimérica) -

   El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reunió este martes con varios ministros y con la presidenta Dilma Rousseff en el Palacio de la Alvorada para evaluar los efectos de las últimas fases de la Operación Lava Jato, como la investigación al ex presidente Fernando Collor de Melo, y les advirtió de que las cosas van a empeorar para el Gobierno.

   Según apunta el diario 'Estado de São Paulo' Lula está furioso por la forma en que está actuando la Policía Federal, considerada desproporcionada e invasiva por muchos políticos, como ya apuntó el presidente del Senado, Renan Calheiros, y pronosticó que el acoso a los partidos aliados de Rousseff continuará: "Prepárense porque las cosas van a empeorar", dijo Lula.

   En su papel de mentor y consejero de Rousseff Lula también le recomendó no hablar de la Operación Lava Jato y forzar una agenda positiva explicando los programas de Gobierno, "vendiendo" esperanza de cara al futuro y explicando el por qué del ajuste fiscal comandado por el ministro de Economía y Hacienda, Joaquim Levy.

   Las relaciones entre Lula y Rousseff no pasan por su mejor momento: hace un mes el ex presidente criticó públicamente a su sucesora y al Partido de los Trabajadores (PT) diciendo que estaban en "volumen muerto".

   Aunque él se incluyó en la crítica la mayoría de analistas políticos consideran que Lula está intentando desvincularse de la mala imagen de Rousseff para preservar sus posibilidades de ser candidato a la presidencia en 2018.

   Siempre según la versión de este diario Rousseff, Lula y Levy coincidieron en que los próximos movimientos de la Policía Federal podrían provocar aún más dificultades para gobernar, sobre todo si la policía sigue con esta estrategia de búsquedas e investigaciones considerada muy estridente por los críticos.

   Aunque por otro lado, si la policía investiga al presidenta del Senado, Calheiros, o al de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) y convertidos en látigo del Gobierno de Rousseff -a pesar de que su partido es su principal aliado- el discurso a favor del 'impeachment' y la salida de Rousseff perdería fuerza.