BRASÍLIA, 18 Jul. (Notimérica) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abandonó la cumbre de jefes de Estado del Mercosur antes del almuerzo con el que se cerraba este viernes la cita, mostrando así su enfado con la anfitriona, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien no habría autorizado la presencia del mandatario venezolano en la reunión que mantuvo con su homólogo de Guyana, David Granger.
Dilma mantuvo una reunión con Granger el mismo viernes, para hablar precisamente del conflicto que el país situado al norte de América del Sur, mantiene con Venezuela, debido al descubrimiento de depósitos de petróleo en la región fronteriza del Esequibo. Granger pidió a Brasil que mediara en la crisis entre los dos países.
Maduro había llegado antes del horario previsto al Palacio de Itamaraty, sede de la presidencia brasileña, para tratar de asistir a la reunión entre Rousseff y Granger, pero no tuvo éxito.
A causa de la anticipación con la que llegó el presidente venezolano, Dilma Rousseff no estuvo presente en la llegada de Maduro, quien de esta forma alteró el protocolo, que establecía un orden de llegada de los mandatarios para ser recibidos por la presidenta.
Después de la reunión con Granger, Rousseff fue informada de que Maduro ya había llegado y apareció en la entrada a saludarlo, pidiendo disculpas por el retraso.
A pesar de la cálida bienvenida, Maduro no ocultó su irritación y, después de participar en la reunión de trabajo y en la sesión plenaria de Mercosur, el venezolano se fue sin asistir al almuerzo de clausura.
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INTERCAMBIO DE CRÍTICAS.
Rousseff no hizo comentarios sobre el incidente, pero Granger y Maduro intercambiaron críticas a la salida del encuentro en declaraciones a la prensa. Granger acusó al mandatario venezolano de ser un "gran provocador", y dijo: "Tenemos provocaciones incesantes durante muchos años".
Maduro respondió en el mismo tono. "Creo que su única misión (la de Granger) al frente de la Presidencia de Guyana es provocar a Venezuela"
RESERVAS DE PETRÓLEO.
La reserva petrolera de la zona de Esequibo fue descubierta por la compañía estadounidense Exxon Mobil y el proyecto de exploración debe incluir una superficie de 159.500 kilómetros cuadrados de tierra y mar.
La soberanía de la zona es reclamada tanto por Venezuela como Guyana, lo que ha provocado un serio enfrentamiento entre ambos países.