Publicado 18/03/2020 23:33

Malí.- La ONU achaca la matanza de Ogossagou a miembros de la comunidad dogon y habla de "crimen contra la Humanidad"

Malí.- La ONU achaca la matanza de Ogossagou a miembros de la comunidad dogon y
Malí.- La ONU achaca la matanza de Ogossagou a miembros de la comunidad dogon y - MINUSMA/GEMA CORTÉS - Archivo

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La investigación llevada a cabo por Naciones Unidas tras la matanza de 35 civiles en un ataque ejecutado el 14 de febrero en la localidad maliense de Ogossagou ha responsabilizado a cazadores tradicionales dozo y miembros de la comunidad dogon, al tiempo que ha dicho que podría ser calificado como "un crimen contra la Humanidad".

La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) ha señalado que el ataque fue perpetrado por "varias decenas de individuos, algunos identificados como cazadores tradicionales, apoyados por hombres con ropa militar y presuntos miembros de la comunidad dogon".

Así, ha señalado que el ataque estaba "verdaderamente planificado" y fue perpetrado "contra la zona de la aldea de Ogassagou habitada por miembros de la comunidad peul", antes de agregar que entre los muertos hay cinco niños, mientras que otros cinco siguen aún desaparecidos.

"Una mujer de más de 70 años y una niña de seis años con discapacidad intelectual murieron en el incendio de su casa", ha detallado, al tiempo que ha apuntado que 32 cuerpos fueron hallados en una fosa común.

La MINUSMA ha manifestado que al menos 136 viviendas fueron destruidas o quedaron inhabitables tras ser incendiadas de forma deliberada, así como 32 graneros o almacenes de víveres, 24 carretas, tres comercios, dos corrales de ganado. Asimismo, "un número importante de cabezas de ganado murieron o fueron robadas".

"Estos hechos constituyen atentados graves contra los Derechos Humanos", ha dicho la misión en su comunicado, en el que ha resaltado que "podrían ser igualmente calificados de crímenes contra la Humanidad si fueran juzgados por un tribunal competente, en virtud del Derecho Internacional y concretamente del artículo 7 del Estatuto de Roma".

La misión, que ha interrogado a 117 personas para preparar el informe, ha destacado además que el incidente tuvo lugar en medio del incremento de los enfrentamientos armados y ataques entre miembros de ambas comunidades.

Así, ha indicado que entre el 23 de marzo de 2019 --fecha de un ataque en la ciudad en el que murieron cerca de 160 miembros de la etnia peul-- y el 13 de febrero, día previo al último ataque, hubo al menos 46 incidentes atribuibles a elementos armados de ambas comunidades, con un total de 259 muertos, entre ellos 51 niños.

"Estoy muy preocupado por la impunidad que disfrutan los autores de actos similares que ya habían causado previamente la muerte de al menos 157 personas en esta misma aldea en marzo de 2019 en un ataque planificado, organizado y coordinado", ha destacado el jefe de la MINUSMA, Mahamat Salé Annadif.

En este sentido, ha apuntado que "es importante poner fin al ciclo de violencia mortal alimentado por la impunidad de sus autores", según el citado comunicado de la misión de la ONU en el país africano.

Por otra parte, ha lamentado que un destacamento de 'cascos azules' no pudieron intervenir en Ogossagou tras haber recibido una alerta sobre un riesgo inminente de ataque debido a que se "desviaron" a otra localidad.

"Aunque llegaron a la aldea antes del ataque, los elementos de la MINUSMA fueron desviados de su ruta a otra localidad. Los elementos de la fuerza no llegaron a la escena hasta después del ataque", ha señalado.

CRÍTICAS DE HRW

Durante la jornada, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha dicho que el Ejército maliense y la MINUSMA pudieron haber evitado a la matanza, al tiempo que ha instado al Gobierno a que no deje impune lo ocurrido.

La ONG ha dicho que los autores del ataque fueron hombres de la etnia dogon --presuntamente miembros del grupo de autodefensa Dan Nan Ambassagou--, los cuales persiguieron a los civiles hasta el bosque y los mataron, decapitando y mutilando a algunos de ellos.

Según la reconstrucción de los hechos realizada por HRW, que ha hablado con testigos, así como con líderes comunitarios y autoridades de seguridad y judiciales, el 13 de febrero los soldados malienses se retiraron de su puesto en Ogossagou, creado a raíz de la matanza de 150 peul en esta misma localidad en marzo de 2019. A las pocas horas, los residentes observaron que hombres armados se estaban concentrando en el barrio dogon.

Inmediatamente, tanto residentes como líderes comunitarios peul en Bamako contactaron con las autoridades malienses, incluidos varios ministros, así como con la MINUSMA para advertir de un inminente ataque.

Según HRW, un convoy de 'cascos azules' pasó por la zona alrededor de una hora antes del ataque, pero se marchó después de que hombres dogon aparentemente les dieran una dirección incorrecta. La matanza, según HRW, terminó tres horas después cuando finalmente llegaron los soldados malienses y los de la MINUSMA, que detuvieron a uno de los asaltantes.

PARTICIPANTES EN LA MATANZA DE 2019

Los testigos han dado a HRW los nombres de 20 hombres dogon a los que reconocieron entre los atacantes, la mayoría del barrio dogon de Ogossagou, incluidos algunos que ya participaron en la anterior matanza. Los residentes han expresado su malestar por la falta de protección y la impunidad tras la primera masacre.

"Si aquellos que asesinaron en 2019 hubieran sido encarcelados, este segundo ataque no habría ocurrido", lamentó un testigo. "¿Qué le digo a una mujer que perdió a dos hijos en el ataque del año pasado y al único hijo que le quedaba en este?", se preguntó un anciano local.

"Las milicias étnicas que aparentemente no tienen miedo a rendir cuentas han vuelto a asesinar y mutilar una vez más a decenas de civiles", ha lamentado la directora para el Sahel de HRW, Corinne Dufka. "Esta segunda masacre en Ogossagou fue especialmente horrenda porque el Ejército maliense y los 'cascos azules' de la ONU podrían haberla evitado", ha subrayado.

El Gobierno de Malí ha respondido con sendas cartas del Ministerio de Defensa y del de Justicia a las cuestione planteadas por HRW, asegurando que "un error táctico" llevó a la masacre y que se adoptaron medias disciplinarias inmediatas a la espera de que concluya la investigación.

Desde 2015, HRW ha documentado el asesinato de más de 800 civiles en el centro de Malí en decenas de masacres de civiles peul por parte de milicias dogon y bambara, así como ataques y masacres contra civiles por parte de peul armados y de grupos terroristas islamistas que operan en el país. El epicentro de esta violencia es la región de Mopti y en particular el círculo de Bankass, donde se encuentra Ogossagou.

Malí ha venido registrando en los últimos meses un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.