Manifestación contra Trump en Chicago
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   CHICAGO (ILLINOIS, EEUU), 18 Feb. (Reuters/EP) -

   Miles de manifestantes han salido este lunes a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos coincidiendo con la festividad del Día del Presidente para protestar contra la decisión del presidente Donald Trump de declarar la emergencia nacional para sortear al Congreso y lograr la financiación necesaria para construir el muro fronterizo que prometió en campaña electoral.

   Convocantes como el grupo MoveOn.org destacan que Trump está abusando de sus competencias presidenciales y usurpando las del Congreso. "No estamos de acuerdo con el estado de emergencia declarado por el presidente y apoyamos a nuestros compañeros y amigos inmigrantes", ha destacado la directora ejecutiva de Chicago Indivisible, Darcy Regan, quien se ha sumado a la convocatoria de concentración de Chicago, donde se han concentrado varios centenares de personas.

   En Washington se han citado otros cientos de manifestantes con pancartas con lemas como "Dump Trump" ("Fuera Trump") o "Fake Emergeny" ("Emergencia Falsa") y coreando consignas como "No al muro, no al miedo, inmigrantes bienvenidos". Los convocantes han informado de 250 actos en todo el país en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco.

   Una de las participantes de la concentración de Chicago, Cheryl Krugel-Lee, ha explicado que ha acudido con su hija de 4 años y a pesar del frío para darle ejemplo. "La Administración Trump se ha pasado. Es inmoral e ilegal", ha argumentado.

   La oposición demócrata ha anunciado ya que intentarán tumbar la medida en los tribunales porque la consideran inconstitucional. El fiscal general de California, Xavier Becerra, ha anunciado este lunes que también tiene intención de presentar una demanda.

   Trump reclamó en diciembre 5.700 millones de dólares para financiar la construcción de un muro en la frontera con México, una de sus grandes promesas durante la campaña electoral. El rechazo de los congresistas a esta infraestructura ya provocó 35 días de cierre parcial del Gobierno --del 22 de diciembre al 25 de enero--, lo que implicó la paralización de actividades no esenciales.