MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONG de la Iglesia Católica Manos Unidas ha aprobado 129 proyectos de emergencia (kits de comida, productos de higiene y material sanitario) por un importe superior a más de 3,2 millones de euros para apoyar a 1,2 millones de personas en 33 países del mundo durante los primeros seis meses de la pandemia.
Además, Manos Unidas ha tenido que reformular casi 180 programas de desarrollo ya en marcha para adaptarlos a las necesidades más acuciantes de las poblaciones con las que trabaja.
"Estamos hablando de millones de personas que, sobre todo en los países más empobrecidos, han necesitado, y todavía necesitan, de la asistencia humanitaria para poder sobrevivir", ha asegurado desde al Área de Proyectos de Manos Unidas, Encarni Escobar.
Según ha precisado, "nunca", en los más de sesenta años de historia de Manos Unidas, habían recibido tantas solicitudes de ayuda de emergencia desde tantos países.
La ONG de la Iglesia católica ha intentado dar respuesta a estos requerimientos con rapidez y con los fondos enviados se han podido reforzar y equipar, además, algunos centros médicos.
"Dado lo apremiante de la situación, nos hemos visto obligados a adoptar programas y estrategias a corto plazo, y en algunos países también a medio plazo", ha explicado Escobar.
Por continentes, en Asia, Manos Unidas ha aprobado 42 iniciativas de emergencia, por importe de 575.000 euros, de las que 35 se han destinado a apoyar a los sectores de población más vulnerables de India.
"En un país en el que un alto porcentaje de la población vive en unas condiciones de pobreza difícilmente imaginables --en la calle, en viviendas infrahumanas, sin agua potable, sin saneamiento, con ingresos paupérrimos y con un acceso a la asistencia sanitaria muy escaso--, es casi imposible frenar el avance del virus y sus consecuencias", ha precisado el coordinador de proyectos de Manos Unidas en Asia, Ramón Álvarez.
Asimismo, en América Latina, Manos Unidas ha invertido ya más de 1,5 millones de euros en 44 proyectos de emergencia que han priorizado la ayuda a poblaciones indígenas y campesinas y a las mujeres. Haití es el principal receptor de las ayudas de Manos Unidas en América Latina.
"Aquí, la pandemia ha traído consigo daños que van mucho más allá de lo meramente sanitario. El costo de la vida se ha disparado y está ahogando a las personas que se han quedado sin ingresos, por lo que en unos meses estaremos hablando de hambruna", ha advertido la religiosa Gloria Inés González.
En África, destacan las intervenciones destinadas a mejorar la infraestructura sanitaria y los equipamientos de centros de salud, en un continente donde "la debilidad de los sistemas sanitarios es más que evidente", según explica la coordinadora de proyectos de Manos Unidas en el continente, Mabel Ibáñez.
En Sierra Leona, por ejemplo, han comprobado cómo el ébola de hace unos años dejó un aprendizaje que ha sido de gran utilidad para prevenir los contagios; y en Camerún, la República Democrática del Congo o Etiopía, algunos de los hospitales que Manos Unidas ha contribuido a poner en marcha están siendo de gran ayuda en estos meses de pandemia.
Los proyectos de sensibilización y de ayuda alimentaria también han sido esenciales en países como Malaui, "donde el gobierno tuvo que elegir entre que su población muriera de hambre o de coronavirus", asegura Ibáñez.
Todo este trabajo, según precisa la ONG, no hubiera sido posible sin la "enorme generosidad" de sus socios y colaboradores que, "en unos meses en los que en España se está viviendo una situación crítica", han aportado más de 700.000 euros a la cuenta de emergencia abierta por Manos Unidas.
"Recordemos que los males de unos, de golpe, pueden convertirse en los males de todos, hasta de los más poderosos. No dejemos pasar la oportunidad de enfrentarnos a esto juntos", ha alentado la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo.